Toros

Serna aprovechó la oportunidad de Utrera

El joven matador sevillano cortó tres orejas y salió a hombros del coso de La Mulata en una tarde en la que destacó el juego de las reses de El Torero

20 jun 2021 / 10:11 h - Actualizado: 20 jun 2021 / 10:14 h.
"Toros"
  • Rafa Serna. / Foto: Álvaro Pastor Torres
    Rafa Serna. / Foto: Álvaro Pastor Torres

El asunto iba de oportunidades. Era la que había brindado el empresario Carmelo García, con las cámaras de Canal Sur en directo, para que tres toreros sevillanos que apenas se visten de luces pudieran reivindicar sus respectivas valías. La cosa no salió de la misma manera para los tres que –eso es primordial- tuvieron delante una notable corrida de El Toreo, adobada de un punto de brava exigencia, que debería haber servido de trampolín de muchas cosas. Más allá de los trofeos cortados –el personal estaba por agradar- hay que reconocer que el único que salió airoso del trance fue Rafa Serna, por más que Jiménez cuajara los muletazos de mayor acento artístico –sin verlo claro con el gran sexto- y a Cadaval le viniera muy largo el importante quinto.

Serna había abierto plaza con un primer ejemplar que derribó al caballo y se desplazó en las telas. Alcanzó el último tercio con una noble embestida que el joven diestro sevillano aprovechó en una faena firme y bien estructurada que alcanzó su mejor trazo por el lado izquierdo y animó al público a pedir, y obtener, las dos orejas. Con el cuarto, que brindó a Manuel Escribano, tuvo que solventar algunas dificultades. El toro se dejó más y mejor por el pitón izquierdo y Serna supo descubrir ese lado para esbozar las mejores fases de una faena de menos a más que remató de una estocada delantera y fue premiada con otra oreja.

El segundo espada de la terna era Alfonso Cadaval, que se ha prodigado poco desde su alternativa otoñal de 2018. Tuvo enfrente un segundo de buen son en los capotes, brindado al cantaor El Cuchara de Utrera, con el que no terminó de acoplarse en un trasteo voluntarioso pero falto de reposo en el que molestó el viento. Al quinto, que sufrió un fuerte volantín en el primer tercio, lo lanceó a la verónica con cierta vibración. El animal se sobrepuso al porrazo y llegó a la muleta pidiendo pelea y una muleta más solvente. Cadaval buscó el acople sin terminar de cogerle el aire en series breves e intermitentes, sin llegar a apostar de verdad, que no lograron domeñar al astado. Cuando vio que el asunto no llevaba a ningún sitio cortó por lo sano.

Ángel Jiménez, el último torero que ha tomado la alternativa en la plaza de la Maestranza, se expresó con personalidad manejando el capote antes de emplearse en una faena bien trazada y estructurada, marcada por su personal acento artístico, que puso el punto que le faltaba a su enemigo. Hasta ahí bien. Fue lo mejor de una actuación que no pudo redondear con el importante sexto, que dejó en evidencia el largo camino que aún le queda por recorrer. Fue un animal que se templó tras un fuerte puyazo y al que hilvanó una faena iniciada por bajo con muletazos llenos de ritmo que no tuvieron la misma continuidad en el toreo fundamental. El toro tenía calidad pero también mucho que torear. Jiménez lo vio más claro al natural aunque acusó su bisoñez y no terminó de ser dueño de la situación, que se le acabó volviendo en contra.

Ficha del festejo

Ganado: Se lidiaron seis toros de El Torero, correctamente presentados. Resultó noble el primero; exigente el segundo; algo remiso el tercero; complicado pero potable por el izquierdo el cuarto; bravos quinto y sexto

Matadores: Rafa Serna, de turquesa y oro, dos orejas y oreja

Alfonso Cadaval, de grana y oro, oreja tras aviso y ovación tras aviso.

Ángel Jiménez, de coral y oro, oreja y palmas

Incidencias: La plaza registró un cuarto de entrada en tarde fresca y ventosa. Antonio Chacón saludó tras banderillear al cuarto.