Observatorio taurino

Toros en abril: ilusiones y realidades

La gestación de la temporada taurina 2021 en la plaza de la Maestranza ha creado un clima de optimismo que camina en paralelo a la tozudez de los datos que arroja la pandemia

18 ene 2021 / 12:58 h - Actualizado: 18 ene 2021 / 15:54 h.
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Avance de carteles...

Los rumores de los últimos días han ido cobrando materialidad, certificando que la empresa Pagés continúa trabajando en la restauración taurina de la plaza de la Maestranza después de un indeseado año en barbecho. En las última semanas les hemos ido contando parte de esos planes y sus circunstancias pero el portal especializado Mundotoro ha dado un paso más publicando un primer esbozo de esas combinaciones que, con permiso del virus, devolverían el temblor del toro y el toreo a la plaza más bonita del mundo.

Se está trabajando, revela el mismo medio, en el montaje de doce corridas a repartir entre la primavera y el otoño con la rutilante fachada de un Domingo de Resurrección de alta tensión que anunciaría a Morante, Roca Rey y Pablo Aguado. Se repetiría así aquel cartel del 10 de mayo de 2019 que no se había vuelto a celebrar y sirvió de definitivo trampolín al nuevo ídolo de la afición sevillana. Los toros, ésta vez, serían del hierro de Victoriano del Río. Los tres espadas nombrados serán base del resto de combinaciones para las que también cuentan los nombres de El Juli, Manzanares, Perera, Juan Ortega, Daniel Luque, Enrique Ponce, Emilio de Justo, Paco Ureña...

El tramo primaveral –sin farolillos ni fechas al uso- constaría de ocho corridas de toros partidas en dos golpes: del 15 al 18 y del 22 al 25 de abril. Los hierros barajados son los de Garcigrande, Juan Pedro Domecq, Jandilla, Santiago Domecq, Matilla, Victorino Martín y Miura. Para septiembre, respetando sus fechas habituales por ahora, se dejarían las corridas de Juan Pedro Domecq, Garcigrande –que doblan presencia- y Fuente Ymbro. También se celebrarán dos o tres novilladas.

Mundotoro va más allá esbozando posibles combinaciones: Morante, Aguado ¿también Juan Ortega? en la de Juan Pedro; El Juli y Roca Rey con los ‘garcigrandes’; El Juli y Manzanares con los toros de Matilla; Ponce y Manzanares en la de Jandilla; Emilio de Justo sería fijo en la de Victorino y, posiblemente, Pepe Moral y Manuel Escribano volverían a estoquear ‘sus’ miuras en una corrida que podría abrir el mismísimo Morante de la Puebla...

Y Morante, se apunta a la de Miura...

Ha sido la comidilla taurina del fin de semana, desvelada por el compañero Jesús Bayort en ABC. Morante de la Puebla estaría puesto y dispuesto a enfrentarse con el mítico hierro de Miura en un presunto homenaje a Joselito El Gallo en los rescoldos del centenario de su trágica muerte en Talavera. En la misma información se advierte de que todo se haya aún en plano embrionario y a expensas de los acontecimientos socio-sanitarios. El diestro de La Puebla ya habría dado un repaso a los cerrados loreños de Zahariche para interesarse por el encierro reseñado por los hermanos Eduardo y Toto Miura para ser lidiado en Sevilla. Saldría –cinqueño- de la docena de toros apartados el pasado año para el mismo ruedo.

El gesto o la gesta –al gusto- nos lleva a recordar aquel grandioso festival organizado a beneficio de las obras sociales y asistenciales de la Hermandad de la Macarena que sirvió para cerrar la temporada 2018. José Antonio, que nunca ha lidiado una corrida de Miura, escogió aquel día un novillo de ese hierro. Apenas pudo esbozar algunos capotazos antes de que asomara el pañuelo verde decretando su vuelta a los corrales por inválido. Antes de eso, en los primeros compases de 2013, se había animado el cotarro taurino cuando se supo que El Juli había pedido los ‘miuras’ para cerrar su particular Feria de Abril. La tremenda cornada sufrida por un toro de Victoriano del Río dos días antes del trascendental compromiso le impidió torear la miurada y le sumió en una sorda depresión taurina y personal. Fue sustituido por Manuel Escribano, que volvió a subirse al tren después de cuajar a ‘Datilero’, el toro de su vida. Al madrileño no le quedaron ganas de repetir el empeño.

Reflexiones necesarias

Hasta ahí el avance, que nos lleva a esos tiempos, seguramente más felices, en los que los especialistas habituales –léase los compañeros Trigo y Crivell- iban poniendo en pie las combinaciones abrileñas antes del habitual y protocolario acto de presentación en fechas casi siempre próximas al Miércoles de Ceniza. Con los carteles en la mano, la ciudad se adentraba en esa doble cuaresma pasional y ferial hasta alcanzar ese mes justo de gozo que arrancaba con los nazarenos blancos de la Paz en la puerta de la parroquia de San Sebastián y concluía con el arrastre del último ‘miura’. Todo eso lo hemos perdido...

A partir de ahí, hay que volver al indeseado presente. Y conviene tener los pies en la tierra sin renunciar a la ilusión creada por estas presuntas combinaciones que, más que nunca, están lastradas por la provisionalidad. Estas apetecibles ternas de toros y toreros penden de un único hilo: la evolución de la pandemia y las sucesivas normas que permitan –o no- la celebración de espectáculos con el concurso de público en primera instancia y, a partir de ahí, la posibilidad de abrir las plazas de toros al 50% de su capacidad. Ahí estaría el principal escollo si nos atenemos a las restricciones actuales y las que están por venir. La patronal taurina ha recibido buenas palabras de las autoridades autonómicas pero lo que pueda pasar de aquí a poco más de mes y medio –no podría demorarse mucho más la presentación de estos presuntos carteles- no lo sabe ni el que inventó el toreo...

Habría que asumir otros riesgos, escarmentando en cabeza propia. La plaza de la Maestranza, llena en su mitad y con los espectadores sentados en localidades alternas daría un aspecto de lleno. ¿Les suena el asunto? Pues también habría que prepararse para esas críticas, que serían tan automáticas como inevitables. Ésa es la pura verdad. A partir de ahí –seguimos elucubrando- todo hace indicar que, adquirido el compromiso con toreros y ganaderías, los Pagés deben contar con un plan B que pudiera llevar esos carteles a los últimos tramos de la Primavera o los primeros compases del Otoño. Todo está por ver...

Toros en abril: ilusiones y realidades
El empresario y ganadero José Moya Sanabria ha fallecido este lunes. Foto: Arjona.

Más tela que cortar

Pero Ramón Valencia no es el único que quiere dar toros en Primavera por estos lares. Ya ha trascendido que José María Garzón planea estrenarse al frente del coso de Morón organizando una corrida de campanillas en la que revolotean los nombres de Pablo Aguado y Juan Ortega. Sería a mediados de marzo, en función de cómo esté el patio. Y ya que hablamos del emergente empresario sevillano no podemos dejar de consignar la entrevista al concejal portuense Álvaro González –encargado de la Plaza Real- publicada por Cuadernos de Tauromaquia. Sus declaraciones revelan cómo anda la trastienda del toreo: “Tras llegar a un acuerdo con José María Garzón, me llamaron otras empresas diciéndome que lo echara, que ellos traerían a Talavante o a José Tomás. Antes, ni se habían interesado...” señala el munícipe que también desvela hasta un presunto intento de la empresa Pagés para contraprogramar la corrida del 12 de octubre en Córdoba –organizada por Garzón- con una encerrona de Roca Rey. Pues así está el patio...

Desgraciadamente hay que despedir el Observatorio Taurino de esta semana con una noticia que, no por esperada, es menos triste. Este lunes ha fallecido en Pamplona el gran empresario sevillano José Moya Sanabria. Nos interesa aquí su faceta de ganadero de bravo, seguramente la última ilusión de una vida en la que cruzó tantas metas de éxito. Los cencerros de los bueyes de El Parralejo, en su paraíso de Monte San Miguel, enmudecen de luto. Ya ha cruzado el umbral de la Buena Muerte...