Toros

Un novillero por la puerta grande y un novillo de vacas

El festejo mixto celebrado este sábado en Guillena concluyó con la salida a hombros de Daniel de la Fuente que cortó dos orejas a un excelente ejemplar del hierro de Virgen María

08 sep 2019 / 10:49 h - Actualizado: 08 sep 2019 / 10:52 h.
"Toros"
  • En la imagen, Daniel de la Fuente a hombros por el ruedo.
    En la imagen, Daniel de la Fuente a hombros por el ruedo.

La tarde parecía un apocalipsis. Desde la breve atalaya que brinda el antiguo castillo de Guillena –reconvertido en la coqueta plaza de toros de la localidad- se podía contemplar el rastro inquietante incendio forestal de El Ronquillo y la tremenda tormenta que descargaba sobre la ciudad de Sevilla. La de este sábado, por cierto, era la tercera novillada picada que se celebraba en la provincia si dejamos aparte las siete que se incluyen en el abono de la plaza de la Maestranza. La primera había tenido como escenario la misma Guillena, con cartel casi idéntico, y la segunda en Almadén. Malos tiempos para la lírica en el escalafón menor...

Pero hay que ir al turrón. El entorno de Daniel de la Fuente había vuelto a escoger ese recoleto ruedo y el marco de las fiestas de la Virgen de la Granada para placear a su aspirante. No queda otra... Y Daniel –o El Liqui para sus íntimos- sorteó dos ejemplares de muy distinta condición. La verdad es que para él fue la bola premiada de ese combo ganadero en el que hubo de todo atendiendo a hechuras y comportamiento.

Conviene hacer un acotado especial para hablar de la lidia y el comportamiento de ese segundo novillo de la tarde, marcado con el hierro de Virgen María, que salió a la plaza como una auténtica tromba que se atemperó en el certero puyazo que se le recetó. De la Fuente lo había recibido con dos faroles de rodillas y volvió a mostrarse animoso cuando tomó la muleta. ¿Qué pasó después? Pues que el torete brindó una embestida excelente por brava, fija, alegre, repetidora... Pero es que el animal también derrochó clase por ambos pitones, prontitud, codicia... Fue un novillo completo y también con un punto de codicia al que Daniel toreó un poco a su aire, sin terminar de exprimir la embestida ni apretarse a sí mismo. Faltó reunión, un trazo más definido... No le impidió cortar las dos orejas que paseó feliz y contento.

Pero Daniel de la Fuente iba a dar la mejor dimensión de sí mismo toreando al quinto, un segundo ejemplar de Bohórquez deslucido y falto de contenido que sí le permitió brillar con el capote. Gustó el galleo pero gustó aún más un quite oportuno y preciso en el que trufó dos faroles con una exquisita media. Con la muleta en la mano supo torear al animal con autoridad, a la altura que le pedía, corrigiendo sus distracciones, haciéndose dueño de la escena y hasta metiéndolo en la canasta por el lado izquierdo. La espada –esta vez- encalló...

Ruiz Muñoz no pudo acompañar esta vez a hombros a su compañero. Lidió en primer lugar un serio castaño de Soto de la Fuente al que no le faltó bondad en el último tercio. El sobrino nieto de Curro Romero –que afronta una nueva etapa profesional- lo toreó con cierta compostura pero sin decidirse a tirar la moneda. El bicho acabó imponiendo su sosería mientras que José se atascaba con el acero hasta el punto de escuchar dos avisos. Luego se mostraría algo más estético y resolutivo con el cuarto, un ejemplar simplemente manejable de Luis Algarra al que el presidente regaló la insólita vuelta al ruedo que pedía a voces un banderillero. Esa vuelta al ruedo se la tenían que haber dado a otro...

Entre ambos novilleros actuó el veterano rejoneador Fermín Bohórquez, que entretiene su retiro con estos bolos puntuales. El jinete jerezano lidió un novillo de su propia ganadería mostrándose preparado para empresas mayores. Lució una completa y preparada cuadra y cuajó una templada y clásica actuación a la que faltó mejor refrendo con el rejón definitivo.

FICHA DEL FESTEJO

Ganado: Se lidiaron, por este orden, cinco ejemplares de los siguientes hierros: Soto de la Fuente, noble y un punto soso; el segundo, de Virgen María resultó excelente por bravo, exigente y repetidor; Fermín Bohórquez, templado y noble; Luis Algarra, distraído pero noble al que se le dio la vuelta al ruedo sin que nadie la pidiera; el quinto, de Bohórquez, resultó deslucido y sin contenido.

Actuantes: José Ruiz Muñoz, de marino y oro, silencio tras dos avisos y oreja

El rejoneador Fermín Bohórquez, oreja

Daniel de la Fuente, de azul cobalto y oro, dos orejas y silencio tras aviso.

Incidencias: La plaza registró casi tres cuartos de entrada en tarde calurosa y con amenaza de tormenta. Actuó como sobresaliente Juan Francisco Sánchez.