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Los problemas de humedades y filtraciones han vuelto a los pisos de Las Vegas tras las obras. / Reportaje gráfico: Manuel Gómez -
Rafael Pertegal denuncia la «chapuza» que han sido las obras de mejora. Manuel J. Fernández
Humedades, filtraciones, goteras y hasta desprendimientos del falso techo. Son los problemas que han aflorado de nuevo en los 28 bloques de pisos de Las Vegas, en el Polígono Sur, que fueron rehabilitados por la Consejería de Fomento y Vivienda hace tan solo seis meses. Los vecinos denuncian que la intervención de 1,7 millones dirigida a corregir las deficiencias de las cubiertas y las zonas comunes ha resultado «una chapuza» y «un gran desatino», que «no ha resulto nada»: los bajantes han vuelto a echar agua, «sobre todo cuando llueve».
La asociación de vecinos de Martínez Montañés ha mostrado su malestar a Avra (Agencia de Vivienda y Rehabilitación de la Junta de Andalucía), para que ésta reclame «los desperfectos» surgidos al poco de terminar los trabajos a la constructora encargada de acometer las obras de mejora, que incluían la limpieza y reparación de las cubiertas, sustitución de las puertas de acceso a las mismas, renovación de la instalación eléctrica de las zonas comunes, sustitución de los bajantes con reformas de las viviendas afectadas por el mal estado de éstos, mejoras en las redes generales de saneamiento y abastecimiento de agua, y colocación de celosías en los lavaderos de los pisos. «Las cubiertas se han parcheado y continúan las filtraciones. Hay salideros en los bajantes... No se han arreglado los problemas en su totalidad», ha expuesto el portavoz vecinal, Rafael Pertegal, quien asegura que cuando llueve la situación se complica aún más. «La pasada primavera, que fue bastante lluviosa, esto era una cascada de agua...», critica mientras advierte de la necesidad de corregir estos «fallos» antes de que vuelvan las primeras aguas, allá por el mes de septiembre. En este sentido, el representante vecinal ha avanzado que tras el verano acudirá de nuevo a Avra para buscar una solución.
Mientras las casi mil familias de los 28 bloques intervenidos conviven entre humedades, goteras y desplomes de zonas del falso techo en las zonas comunes. «Estoy con depresión por cómo están los bloques. Se gastan los dineros pero, como siempre, no arreglan nada. En mi bloque, por ejemplo, tenemos una gotera en la entrada, que ha provocado más de una caída. Una vecina y yo estamos pendientes de vaciar cada cierto tiempo el cubo que recoge el agua, porque si no, se rebosa... y se inunda todo», explica desesperada Araceli Jiménez, que lleva «toda la vida» viviendo en esta zona de Martínez Montañés pero que dice que «ahora es cuando peor está la cosa». Fuera y también dentro de las viviendas: «No me puedo asomar a la terraza porque se está cayendo y ha quedado visible el hierro del armazón».
La historia se repite en el conjunto nueve-bloque dos, donde Loli relata el «maqueo» que han hecho las obras: «Aquí han llegado, han pintado pero no han arreglado las tuberías. A la vista me remito: seguimos con goteras y lo peor es que se ablanda el techo y puede caerle a alguien encima». En su caso, además sufren otros problemas: «Estamos sin luz en todas las plantas. Lo arreglaron hace dos años, pero al mes y medio dio un chispazo y hasta ahora. Tenemos que alumbrarnos con las linternas de los móviles para entrar en los pisos». Algo que también le sucede a Araceli pero ya en vivienda: «Tengo dos habitaciones sin luz porque los ratones se lo han comido todo». Problemas que dificultan la transformación de un barrio que desde hace más de diez años cuenta con un plan integral: «Se ha invertido mucho pero no se trabaja con las familias», concluye Pertegal, que pide a los políticos, que «se dejen de guardar sus cargos y visiten la zona para enterarse de verdad de los problemas».