El primer día se quedó en la expectación

En la primera sesión del juicio no dio tiempo más que a leer los escritos de acusación de Anticorrupción y del PP, tras casi cuatro horas

13 dic 2017 / 14:55 h - Actualizado: 14 dic 2017 / 16:27 h.
"ERE","Caso ERE","Juicio de los ERE","José Antonio Griñán","Manuel Chaves González"
  • Chaves, Griñán, y el resto de altos cargos, en el banquillo de los acusados. / Julio Muñoz (Efe)
    Chaves, Griñán, y el resto de altos cargos, en el banquillo de los acusados. / Julio Muñoz (Efe)

Mucha expectación, pero sin ningún avance. Es el resumen de la primera jornada del esperado juicio por el procedimiento específico de los ERE, que pese a que se ha extendido durante casi cuatro horas, no ha dado más que para leer los largos escritos de acusación de la Fiscalía Anticorrupción y del PP, que ejerce la acusación popular. La única voz que se ha escuchado en la sala, al margen de las intervenciones del presidente del tribunal, ha sido la del secretario de la Sección Primera, Rafael Castro, que ha tenido que dar lectura a ambos escritos ante una sala en la que pocas personas le estaban prestando atención.

La jornada comenzó prometedora, con decenas de periodistas y medios gráficos en la puerta y en la sala de prensa habilitada para seguir este juicio dispuestos a tomar la imagen de los 22 imputados entrando en la Audiencia Provincial de Sevilla. Todos sin duda buscaban especialmente a los expresidentes andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñán que llegaban al edificio con un minuto de diferencia alrededor de las 9.30 horas de la mañana. Todo ello rodeado de un fuerte dispositivo de seguridad, con un amplio despliegue policial en el Prado.

A las 10.50 daba comienzo el histórico juicio, con casi una hora retraso, y se producía la imagen del día: Chaves y Griñán sentados juntos en el banquillo y en primera fila. Tras ellos, a la espalda de Chaves, el ex director general de Trabajo Francisco Javier Guerrero, que fue quien tramitó la gran mayoría de ayudas públicas cuestionadas. La imagen de la primera fila la completaban el exconsejero de Empleo José Antonio Viera, el exconsejero de Presidencia Gaspar Zarrías, la exconsejera y exministra de Fomento Magdalena Álvarez, la exconsejera de Hacienda Carmen Martínez Aguayo y el exconsejero de Innovación Francisco Vallejo. En definitiva, todo un Consejo de Gobierno de la etapa más esplendorosa del PSOE en Andalucía, con Manuel Chaves a la cabeza.

Con todos colocados en sus sitios -la prensa en sus bancos, el público, los abogados dispuestos en dos largas filas sobre el recién estrenado entarimado y frente a ellos las acusaciones- el presidente del tribunal, Juan Antonio Calle Peña, arrancaba el juicio dando paso al secretario para que procediera a la lectura del escrito de acusación de la Fiscalía Anticorrupción, tal y como marca la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Hasta ahí todo bien. Los primeros minutos, incluso la primera hora se hizo llevadera, pero poco a poco la lectura se hizo eterna y en la sala acusados, abogados y público intentaban mantener la atención, pero era imposible contener bostezos, realizar cuchicheos o cerrar los ojos, como le ocurrió a uno de los acusados.

Finalmente, fueron casi dos horas para poder dar lectura al escrito de más de 40 páginas, tras lo que el tribunal hizo un receso de unos 20 minutos. A la vuelta quedaba la duda de si las acusaciones iban a querer que se leyera su escrito, si iban a solicitar la lectura parcial o a renunciar a ella. Era el turno del PP cuya letrada, Lourdes Fquster, solicitó la lectura parcial obviando una parte de su escrito que hacía referencia a una serie de documentación, lo que suponía leer unos 40 de 103 folios. La petición no gustó a algunos letrados de la defensa ante la demora que supondría esta lectura y se vivió un momento algo tenso en sala cuando el letrado del exviceconsejero Agustín Barberá, Pedro Apalategui, expresó su opinión al considerar que no era necesario leer un escrito “del que todos estamos instruidos”. Pero el PP insistió, así que el abogado solicitó al tribunal poder ausentarse, de la sala. Ante esta petición el letrado del ex director general de Empleo Francisco Javier Guerrero, Fernando de Pablo, solicitó también ausentarse. Tras un pequeño revuelo, ambos permanecieron en la sala.

La lectura del escrito ocupó otra hora y una vez finalizada la acusación ejercida por el Sindicato Manos Limpias renunció a la lectura de su escrito, recordando que se adhirió a las peticiones planteadas por el Ministerio Fiscal y que todas las partes eran conocedoras del mismo. El presidente consultó entonces a las defensas si estaban dispuestas a renunciar a la lectura de sus escritos o si querían que también fueran leídos en sala. El abogado Juan Carlos Alférez, que representa a uno de los altos cargos de IDEA, pidió al magistrado que antes de renunciar les dejase plantearle a los acusados si ellos quieren que se lea sus escritos y que, por tanto, esta cuestión se resuelva mañana.

El abogado de Griñán y del exviceconsejero de Presidencia Antonio Lozano, José María Mohedano, aclaró que tiene intención de leer parte de su escrito. Además, solicitó que se le permita que Lozano se ausente a la sesión de mañana debido a que tiene una prueba médica por un problema de salud grave, a lo que no se opuso ninguna de las partes, y así se lo autorizó el tribunal, que dio por finalizada la primera sesión.