El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, insistió ayer en que en esta legislatura no puede culminar una «revisión a fondo» del sistema de financiación autonómica, pero se ha comprometido a «mejorar a corto plazo la financiación de todas y cada una de las comunidades, especialmente las que están infrafinanciadas». Tras anunciar el martes en el Senado que renuncia a aprobar un nuevo modelo de financiación autonómica en los dos años que quedan de legislatura, el presidente mantuvo ayer en el Congreso esa idea, con el argumento de que hay que ser «realistas»ante la falta de tiempo.

En esa línea enumeró un sinfín de trabajos previos que son necesarios para abordar la reforma del sistema. Entre ellos, una valoración de las necesidades de gasto real de los servicios públicos fundamentales, una cuantificación de la insuficiencia financiera de las comunidades, un análisis de las competencias homogéneas y de la fiscalidad por cada administración, la sostenibilidad dinámica del modelo, el reparto de los ingresos entre los distintos niveles y una modificación del funcionamiento del Consejo de Política Fiscal y Financiera.

Por su parte, la presidenta de la Junta, Susana Díaz, defendió ayer que la forma «más transparente y más justa» para llevar a cabo la suficiencia financiera de las comunidades autónomas es el modelo de financiación autonómica y ha confiado en que haya «sensibilidad» en el Gobierno de Pedro Sánchez para que Andalucía reciba los 4.000 millones de euros adicionales que requiere para poder financiar servicios públicos fundamentales, como la educación, la sanidad o la dependencia. Díaz se pronunció así tras ser preguntada sobre el hecho de que Pedro Sánchez haya descartado reformar el sistema de financiación en lo que queda de legislatura y haya anunciado que negociará mejoras económicas para cada una de las comunidades autónomas hasta la convocatoria de nuevas elecciones generales. «A finales de junio o principios de julio» mantendrá una reunión con el presidente, al que trasladará la posición de Andalucía. «Vamos a esperar a ver qué nos aclara en las reuniones», abundó.

En la misma línea, el consejero de Economía, Hacienda y Administración Pública de la Junta de Andalucía, Antonio Ramírez de Arellano, advirtió ayer de que la reforma del modelo de financiación autonómica no es una cuestión que «admite aplazamientos» ni tampoco «acuerdos bilaterales» entre el Gobierno central con las comunidades autónomas. El consejero quiso remarcar que el que «las comunidades autónomas dispongan de recursos suficientes para hacer frente a competencias de las que son responsables no es un mero problema financiero, sino que es una cuestión de calado», porque las autonomías tienen bajo su responsabilidad la «prestación de servicios fundamentales para garantizar la igualdad de oportunidades de los ciudadanos». El único matiz en el debate que introdujo el PSOE de Andalucía fue por boca de su portavoz parlamenterio Mario Jiménez, quien sostuvo que la «responsabilidad» de que no se haya abordado la reforma del modelo de financiación es del PP, del anterior presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y del exministro de Hacienda Cristóbal Montoro. «Se comprometieron a convocar el Consejo de Política Fiscal y Financiera y no lo han hecho», dijo.

El anuncio de Sánchez generó una gran inquietud en las autonomías, algo que expresaron los presidentes de Castilla La Mancha, Asturias, Valencia, Extremadura y Galicia, entre otras comunidades autónomas.