Un total de 38.604 afectados por cáncer en Andalucía necesitaron tratamiento psicológico especializado en 2018, según los datos del estudio del Observatorio del Cáncer de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) presentado este lunes.
Así, con motivo del Día Mundial del Cáncer, que se celebra todos los años el 4 de febrero, la AECC ha presentado el 'Informe sobre la atención psicológica a pacientes de cáncer y familiares en España' en un encuentro informativo previo al VIII Foro Contra el Cáncer.
El documento indica que en Andalucía hay aproximadamente 38.604 afectados por cáncer que necesitarían tratamiento psicológico personalizado: 2.988 en Almería, 5.659 en Cádiz, 3.954 en Córdoba, 3.951 en Granada, 2.385 en Huelva, 3.227 en Jaén, 7.710 en Málaga y 8.730 en Sevilla.
Durante 2018, según se indica en una nota de prensa, la AECC atendió al 14% del total: 899 personas en Almería, 837 en Cádiz, 627 en Córdoba, 970 en Granada, 212 en Huelva, 182 en Jaén, 930 en Málaga y 637 en Sevilla. El resto o no lo recibió o fue de manera insuficiente.
El informe expone las características del impacto psicológico del cáncer en los afectados por la enfermedad --pacientes y familiares--, las diferencias entre apoyo emocional y atención psicológica especializada, el perfil de pacientes y familiares que solicitan este tipo de atención en la AECC, la eficacia de esta y la situación de la atención psicológica especializada en el Sistema Nacional de Salud (SNS) dentro del ámbito hospitalario.
La primera "gran conclusión" mostrada en el informe es que, en España, el 94% de las comunidades autónomas o no ofrece tratamiento psicológico especializado a pacientes y familiares o es insuficiente. En cuanto a los hospitales públicos la proporción es que el 48% de ellos tampoco ofrece atención psicológica y el 52% restante, es insuficiente.
"Sin embargo, todos los planes autonómicos o estrategias dedicadas a cáncer (al igual que la Estrategia Nacional en Cáncer del SNS) hacen referencia a la necesidad de brindar apoyo psicológico a pacientes de cáncer y sus familiares", abunda el informe. Como dato, pese a este reconocimiento, cuatro comunidades (Islas Canarias, Cantabria, Islas Baleares y Murcia) no poseen planes en cáncer y, de aquellas que lo poseen, casi la mitad (el 46 %) no están vigentes.
Añade que se estima que, en el 30% de los casos, los afectados desarrollarán algún tipo de trastorno psicopatológico que necesitaría tratamiento especializado. Se calcula que actualmente en España hay cerca de 236.000 afectados por la enfermedad que necesitarían este tipo de tratamiento especializado.
La asociación, con más de 250 profesionales de la psicología, ha atendido al 13% del total de afectados que necesitan tratamiento psicológico especializado. El 87% restante, o no lo han recibido o ha sido de manera insuficiente. La Asociación defiende un modelo de atención integral y multidisciplinar donde el tratamiento psicológico especializado esté integrado en el cuidado habitual como un elemento más de calidad asistencial.
Sin embargo, y según el 'Informe Necesidades No Clínicas de los Pacientes con Cáncer y Acompañantes en España: una visión multidisciplinar', presentado por la Fundación ECO y la AECC en 2018, esta necesidad no siempre está cubierta ya que solo el 21,3% de los profesionales de la oncología médica y el 31,4% de las enfermeras dicen ofrecer y derivar al servicio de atención psicológica de manera rutinaria.
Ante esta situación, la AECC cree necesario que los afectados tengan cubiertas sus necesidades de atención psicológica y que el sistema garantice, como mínimo, la evaluación de los niveles de distrés --tanto de pacientes como de familiares-- desde el primer momento del diagnóstico y el acceso a tratamiento psicológico especializado cuando lo necesiten.
Por tanto, la AECC solicita que en el proceso de atención a las personas con cáncer y sus familiares se incluya necesariamente lamedición del 'distrés' o malestar emocional como el sexto signo vital después de la temperatura, presión arterial, pulso, frecuencia respiratoria y dolor, incorporándose a la historia clínica tanto del paciente como del familiar que acompaña habitualmente a la persona enferma.
Además, pide la derivación a atención psicológica especializada cuando el grado de distrés identificado indique la necesidad de este nivel de intervención, y se garantice la cobertura de la necesaria atención psicológica especializada para pacientes y familiares, bien con los recursos propios del sistema o bien integrando los recursos asistenciales que ofrecen entidades sin ánimo de lucro, como AECC.
Pese a los avances científicos, el cáncer sigue siendo una de las enfermedades más temidas ya que se asocia a sufrimiento y dolor de tal manera que su diagnóstico provoca un impacto psicológico en pacientes y familiares que es diferencial del impacto que provoca otras patologías.
Así, por ejemplo, cuando un diagnóstico de cáncer aparece en un núcleo familiar surgen reacciones emocionales habituales tras el diagnóstico, y especialmente durante la fase de tratamiento, como rabia, ira, ansiedad, tristeza, etcétera; además, en el 30% de los casos, los afectados desarrollarán algún tipo de trastorno psicopatológico que necesitaría tratamiento especializado.
Todo este tipo de necesidades se puede abordar desde tres niveles de atención distintas, pero necesarias, para garantizar la salud integral del afectado.
Carmen Yélamos, responsable de psicooncología de la AECC, señala que, "en un nivel más básico nos referimos al apoyo emocional, de soporte, que todos podríamos ofrecer sin necesidad de tener una capacitación especial; en un segundo nivel estaría aquella atención orientada a la detección precoz de necesidades psicológicas básicas con el fin de derivar a profesionales especializados y poder realizar una actuación preventiva; y por último estaría el nivel donde este tipo de profesionales evalúan y tratan los trastornos psicológicos de pacientes y familiares".
La AECC lleva 30 años ofreciendo tratamiento psicológico especializado a pacientes y familiares. Con más de 250 profesionales de la psicología, la asociación ha sido capaz de atender al 13% de las personas lo que significa más de 30.000 personas cada año.
Los datos más relevantes de su actividad e incluidos en este informe demuestran que el 40% de las personas que han recibido este tipo de tratamiento están en fase de tratamiento activo; el 27% en fase de enfermedad avanzada y un 12% son supervivientes. En cuanto a las diferencias entre pacientes y familiares son los primeros, en un 62%, los que han solicitado atención psicológica de la AECC mientras que el 38% restante son familiares. Las mujeres, con un 74% solicitan más ayuda que los hombres que solo la han solicitado un 26%.
Además, el nivel de distrés o malestar emocional percibido es superior en el colectivo de familiares que en el de pacientes. El nivel medio de sufrimiento expresado por pacientes es de 6,9 frente al 7,5 manifestado por los familiares, dato que presenta significación estadística. Por último, después del tratamiento recibido se observó una disminución significativa del nivel de distrés o malestar emocional, así como un efecto beneficioso sobre los niveles de sintomatología ansiosa y depresiva.