Inmersiones. Crónica de viajes y periodismo encubierto (Universidad de Barcelona) es el título del nuevo libro de María Angulo, profesora de periodismo de la Universidad de Zaragoza. Una aproximación al llamado periodismo de inmersión que fue presentado recientemente en Casa Tomada de Sevilla, y que viene a continuar la labor desarrollada en su anterior obra, Crónica y mirada. «En mi anterior libro me dediqué más a la parte estilística, pero en esta ocasión quería abordar el trabajo de campo, el reporterismo previo que requiere el periodismo de largo aliento», explica la autora. «Una inmersión requiere, de entrada, empatizar con el entorno».

El trabajo posee dos partes, una «enfocada a la crónica de viajes y a cómo ha evolucionado ese género, sobre todo en el periodismo español e hispano, haciendo una apuesta fuerte por el periodismo encubierto y de infiltración, que es una máscara para denunciar lo que no funciona bien. En especial, rescato el papel que han tenido muchas mujeres, desde Nellie Bly, que fue pionera en 1899 con su obra Mis días en un manicomio, hasta las que hoy día escriben en primera persona sobre sus vivencias, como la peruana Gabriela Wiener».

«También hay un capítulo para analizar a los periodistas actuales, que con el asunto de la crisis se han infiltrado para hablar de precariedad, como Florence Aubenas, que en El muelle de Ouistreham se hace pasar por una mujer de cuarenta y ocho años que se enfrenta a la precariedad del empleo en Francia, o Barbara Ehrenreich, autora de libros como Por cuatro duros o Sonríe o muere. La trampa del pensamiento positivo. También aparecen autoras como la argentina Laura Meradi, que habla también de trabajos precarios, o la española Cristina Fallarás, que habló de su propio desahucio en un libro», agrega.

«En el periodismo encubierto», continúa Angulo, «señalo que son bastante parecidas las herramientas narrativas y los métodos. Quizá lo que ha cambiado más en los últimos tiempos, es que hasta ahora el periodismo encubierto no estaba tan preocupado por la parte formal, y ahora sí hay una mezcla, hay un cuidado en contar bien, más allá del aspecto testimonial. La experiencia en sí es poderosa, pero hay que cuidar el estilo».

En todo caso, María Angulo hace mucho hincapié en la labor desempeñada por mujeres periodistas en estos campos. «En general, ser mujer y estar en el mundo te hace fijarte en cosas en las que los hombres no suelen reparar, tenemos más desarrollada la empatía, que es un factor fundamental para empezar un proceso de información...», afirma.

«Debemos rescatar figuras del pasado que, además de periodistas, eran actrices o maestras, que han tenido más familiaridad con la máscara, y eso hace más fácil infiltrarse», concluye.

Un enfoque innovador

Aunque escrito por una profesora, Angulo aclara que «el libro es para todos los públicos, tiene un carácter ameno y ensayístico, aunque la colección donde ve la luz sea de una editorial universitaria. Por supuesto, también sirve como manual para estudiantes de Periodismo y periodistas».

«Que yo sepa», prosigue la autora, «Inmersiones. Crónica de viajes y periodismo encubierto ofrece un enfoque innovador. El título y la parte teórica tienen mucho que ver con Periodismo de inmersión, un trabajo previo de los profesores Antonio López Hidalgo y María Ángeles Fernández, de la Universidad de Sevilla, que hace una clasificación entre periodismo de inmersión, encubierto y gonzo.

Fue una aportación muy importante, dando un marco y establecía categorías muy bien explicadas. Aquí yo incido más en la labor de las mujeres, que siempre ha estado más silenciada», comenta María Angulo.