Concierto extraordinario de Juventudes Musicales y la Fundación Tres Culturas. Begoña Hervás, autora. Arnold W. Collado, arreglos musicales. Mercedes Gancedo, soprano. Beatriz Miralles, piano. Odissea Ensamble, dirigido por Jon Amuriza. Programa: Sonidos sin eco. Palabras calladas: La música en el seno del holocausto. Fundación Tres Culturas del Mediterráneo, jueves 24 de enero de 2019

Es una lástima que el excelente documental español El silencio de otros no haya alcanzado la tan preciada nominación al Oscar que optaba. Hubiera sido una ocasión única para dar mayor visibilidad y promoción a la tremenda injusticia que llevan viviendo miles de víctimas de la dictadura de Franco aún después de más de cuarenta años de democracia. Encontrar a sus seres queridos y masacrados y poderles dar la sepultura que merecen debería ser tan urgente como hallar los restos de cualquier desaparecida o desaparecido en la actualidad a los que tanto boato y publicidad se les brinda. La memoria histórica es necesaria porque no reabre heridas sino que las cierra y ayuda a mucha gente a morir en paz. Cada paso que dan sus sufrientes militantes es un enorme triunfo que celebran con gran emoción, pero administraciones, gobiernos y hasta el mismo pueblo, inducido por políticas erráticas y manipuladoras, se encargan de silenciarlos, y con el futuro que nos espera no parece que esta situación vaya precisamente a mejorar.

Afortunadamente no ocurre lo mismo con las víctimas del holocausto, aunque sean multitudes quienes sigan pensando que ya se ha escrito y filmado mucho al respecto. Las historias son infinitas y llenas de posibilidades, y aún dejan margen para nuestra sorpresa y sobrecogimiento. Buena prueba de ello es el espléndido ramillete de buenas canciones rescatadas por este proyecto que nació en Bilbao de la mano de la presidenta de Juventudes Musicales allí, Begoña Hervás, y que gracias a la colaboración del presidente de la veterana institución en nuestra ciudad, Arnold Collado, se ha hecho realidad. Él se ha encargado de los arreglos musicales de la mitad de estas canciones, que sólo mantenían su línea melódica y habían sido rescatadas de entre los escombros de la mayor miseria humana imaginable, y conservadas en museos y otras instituciones, cuya búsqueda ha resultado altamente satisfactoria y estimulante. La aportación de la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo de su sede en la Cartuja ha permitido su estreno absoluto en Sevilla, tras un sonado preestreno en Bilbao que abre incluso la posibilidad, necesaria, de llevar estas conmovedoras canciones al disco. De esta forma celebramos en nuestra ciudad el Día de la Memoria del Holocausto, que tendrá lugar el próximo domingo 27.

Son un total de quince canciones escritas por víctimas del genocidio nazi, repartidas entre varios de sus siniestros escenarios, de Sachsenhausen en Alemania a Therezienstadt en Praga, pasando por los guetos de Kovno y Vilna, ambos en Lituania, y el inevitable campo de exterminio de Auschwitz en Polonia, donde voces anónimas y consagradas de la música dieron voz al sufrimiento y la sinrazón, pero también a la esperanza y el consuelo. Historias terribles pero extraordinarias que son relatadas en este espectáculo que combina la música y la dramatización tanto visual como escénica a cargo del Odissea Ensamble, un grupo de teatro surgido de la Universidad de Deusto, que dirige el creador y sociólogo Jon Amuriza y para el que ha ideado una serie de cuadros dramáticos y coreografiados con los que potenciar el efecto dramático de la propuesta. Aunque la verdadera fuerza está en las canciones, perfectamente interpretadas por la joven soprano de origen argentino Mercedes Gancedo y la también joven pianista Beatriz Miralles. Ambas forman un dúo que ha celebrado su talento en diversos espacios y grabaciones y que ahora paladea cada canción matizando todos sus detalles y así lograr ese efecto conmovedor y melancólico tan intrínseco a las partituras. Entre las canciones, las más audaces son obra de por Viktor Ullman, de quien disfrutábamos hace poco su ópera El emperador de Atlántida en el Maestranza de Sevilla, y otros compositores que como él fueron asesinados por los nazis, como Adolf Strauss, Kasriel Broydo o la madre coraje Ilse Weber. Alguna de las canciones elegidas se nos antoja familiar, aunque sea por su inclusión en La lista de Schindler de Spielberg: Baym Geto Toyerl (En la puerta del gueto). La voz autoritaria pero dulce, bien entonada y muy expresiva de Gancedo, el pianismo responsable de Miralles y el esfuerzo del resto merecen la pena y hacen justicia al recuerdo. Hemos tenido el privilegio e inmenso placer de constatarlo antes de su estreno y les invitamos a hacerlo también ustedes mismos.