Cine dentro del cine, nostalgia y el dolor de una pérdida inminente son los principales ingredientes de la nueva tragicomedia de Nanni Moretti, más en la línea de La habitación del hijo que de su anterior y celebrada Habemus Papam.

Tragicomedia porque a diferencia de aquel drama sobre la pérdida de un hijo, hay mucho hueco para la comedia y la risa, a cargo casi siempre de un espléndido John Turturro, en este drama más complaciente con una pérdida que deriva no de un capricho del destino sino de la propia naturaleza en sí misma, esa que estamos obligados a respetar y asumir desde que nacemos. Lo efímero de nuestra existencia vivido por una directora de cine, brava Margherita Buy, que filma los grandes problemas de la realidad en la que vivimos, la crisis y la pérdida de derechos sociales, mientras en su vida privada experimenta el drama de la enfermedad y muerte del ser más querido, la madre. Temas importantes como la esclavitud laboral –unos claman por trabajo, otros lo abandonan para disfrutar más y mejor de su intimidad– y la recapitulación de toda una vida en relación a quien se va para siempre, se combinan en un ejercicio de madurez expresiva y cinematográfica encomiable con el rodaje de una película en la que se valora la relevancia de la estrella (la directora repite en varias ocasiones que no quiere ver sólo al personaje sino también al intérprete) y se aprovecha para hacer un ejercicio de nostalgia en la que Kubrick, Bogart, Fellini y Rossellini se dan la mano con el Bevete piú latte de Nino Rota.

Todo ello rodado con buen gusto, elegancia y una emotividad a flor de piel no apta para espíritus muy sensibles. En definitiva, una oda ilustrada con la música elegíaca de Arvo Pärt, a quien ha ofrecido toda una vida al afecto y la sabiduría, y que cuando se prepara para la partida definitiva todavía piensa en mañana.

Mia madre

(****)Selección EFA. Italia-Francia 2015 106 min. Dirección: Nanni Moretti. Intérpretes: Margherita Buy, John Turturro, Giulia Lazzarini, Nanni Moretti.