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Jorge Molina, pensativo, mira la pelota en un entrenamiento / Manuel Gómez
Llega una nueva ventana del mercado de fichajes, la invernal, y Jorge Molina vuelve a estar apuntado en la lista de posibles objetivos del Betis. De la operación salida del Betis, se entiende. Por hache o por be, desde hace un tiempo casi no hay periodo de fichajes en el que no figure el nombre del delantero alcoyano, que tanto y tan bueno ha hecho por la causa verdiblanca desde que se incorporó a ella, en el verano de 2010. Protagonista indiscutible del ascenso de esa temporada (18 goles) o de la clasificación europea de 2013 (13), el atacante no se libra sin embargo de la rumorología cada seis meses, aunque en esta ocasión no es un rumor sino una posibilidad real que contempla el propio Betis. Jorge Molina acaba contrato en junio de 2016, hay varios conjuntos interesados en sus servicios y hasta ahora ha contado muy poco para Pepe Mel. Ahora bien, el técnico sabe del peso del levantino y lo tiene en muy alta estima, de ahí que estar en la rampa de salida no signifique que vaya a irse sí o sí.
Hay dos equipos de Segunda que estarían encantados de empezar una relación con Molina. Uno es un ex, el Elche, en el que triunfó antes de fichar por el Betis (26 goles en la 2009-10). Otro es el Córdoba, en cuya dirección deportiva trabajan los exbéticos Emilio Vega y Keke Durán, que obviamente lo conocen de sobra. Su agente, Domingo Sevillano, confirmó ayer a los compañeros de El Día de Córdoba ese interés del club blanquiverde, pero aclaró que su idea es «no salir y terminar la temporada en el Betis. «Veríamos bien al Córdoba, es un club importante y con aspiraciones de ascender», añadió el representante del 19 verdiblanco.
Su temporada más dura
No está siendo una campaña fácil ni agradable para el socio favorito de Rubén Castro. Más a la sombra que nunca de su compañero de batallas en Heliópolis, con quien ha alcanzado la barrera de los 200 goles como pareja, Molina se ha plantado en las vacaciones navideñas con un protagonismo muy reducido en lo que va de curso. Sólo en el reparto de minutos es el decimoquinto de toda la plantilla, con apenas 446’ de juego. Ha sido titular en cinco de las dieciséis jornadas de Liga que se han celebrado, en cinco partidos no tuvo ni siquiera un minuto e incluso fue excluido de alguna que otra convocatoria.
Con tan poca participación es lógico que su registro goleador hasta ahora se limite a una sola diana, precisamente la última de su equipo en lo que va de campeonato. Fue ante el Celta y significó el 1-1 definitivo. De momento es su peor temporada como profesional, ya que a estas alturas siempre había conseguido más de un tanto.
Jorge Molina, a todo esto, cumple contrato el próximo mes de junio y sigue sin ver, ni verá ya, esa mejoría salarial que el club le prometió tras aplicarle la rebaja que se hizo extensiva a toda la plantilla después del descenso a Segunda.