Betis-Las Palmas: ¿kilómetro 1 o kilómetro 12?

LA PREVIA. El Betis recibe a Las Palmas en el debut de Víctor y su primer objetivo es superar todo lo malo que hizo con Poyet y hallar un nuevo camino que lo relance en la clasificación tras perder cuatro de los cinco últimos partidos. Dani Ceballos puede ser una de las grandes novedades

18 nov 2016 / 09:00 h - Actualizado: 18 nov 2016 / 20:35 h.
"Real Betis","Víctor Sánchez del Amo"
  • Víctor sonríe junto a Bruno, otro de los olvidados de Poyet, al principio del entrenamiento del jueves / Manuel Gómez
    Víctor sonríe junto a Bruno, otro de los olvidados de Poyet, al principio del entrenamiento del jueves / Manuel Gómez
  • Betis-Las Palmas: ¿kilómetro 1 o kilómetro 12?

La temporada transita ya por su duodécima jornada, pero el Betis se ha propuesto cambiar de vida y hoy presenta en sociedad a su nuevo entrenador, Víctor Sánchez del Amo, así que su objetivo es que el de esta noche no sea el kilómetro doce sino el kilómetro uno. Desde luego le urge encontrar ese nuevo camino porque el anterior, a la vista está, no conducía a ningún sitio. El equipo verdiblanco tiene dos problemas, eso sí: los antecedentes le exigen una transformación radical porque han sido muchos sus errores y sus defectos; y enfrente no tendrá a un grupo de infantiles dóciles, sino a un muy buen conjunto de profesionales organizados por un excelente técnico que tiene la manía de querer jugar lo mejor posible al fútbol.

Víctor, que tampoco era cojo como jugador, debuta ahora como conductor de un proyecto que no supo encauzar Poyet. Lo hace en el Villamarín, que no se apiadó de su predecesor ni le dio apenas margen para que se ganase su confianza. Sus palabras en las ruedas de prensa y sus hechos en el césped tampoco le hicieron merecérselo, la verdad. El nuevo entrenador no será abucheado esta noche, evidentemente, pero su primera misión es impedir que sus futbolistas confirmen que el banquillo no era el único problema. Si lo logra, la etapa habrá tenido un buen principio. Si no, el beticismo seguramente protestará... y no dirigirá sus reproches ni a Víctor ni a Poyet.

El primer Betis de Víctor es una incógnita. Las posibilidades no son infinitas porque en la plantilla hay veinticinco futbolistas, pero son muchas y variadas. El famoso 4-3-3 de Poyet es historia por su flagrante falta de resultados e inutilidad, con lo que el abanico táctico se amplía ahora al clásico 4-4-2, el no menos popular 4-2-3-1 o, en un alarde de creatividad, ese 3-5-2 que el anterior técnico también ensayó alguna vez. Si de reforzar el sistema defensivo se trata, como el propio Víctor resaltó ayer, quizá el dibujo con dos delanteros se antoja inapropiado, pero lo dicho: el entrenador ni siquiera facilitó la convocatoria, así que todas las teorías tienen cabida.

Otra premisa es que habrá varios cambios nominales en la primera alineación del madrileño. Cejudo está sancionado y Durmisi, Felipe Gutiérrez y Zozulia casi pueden darse por descartados, según Víctor. Dicho lo cual, existe un gran interés por conocer si la revolución equivaldrá a una oportunidad para los dos grandes olvidados de Poyet, Bruno y Dani Ceballos, sin obviar a Musonda. El Betis del uruguayo, entre otros pecados, moría por su ineficacia en las bandas, así que incluir al belga o al utrerano en una de las alas (allí despuntó el canterano en Segunda) no parece descabellado. Es más, los dos serían compatibles con el indiscutible Joaquín si el dibujo se compone con tres mediapuntas.

A todo esto, aunque la gran atracción esté en el banquillo, no hay que olvidar el contexto: el Betis viene de sufrir dos derrotas consecutivas, ha perdido cuatro de sus cinco últimos partidos y sólo dispone de dos puntos sobre la zona de descenso. Ganar, por tanto, también es urgente para el enfermo.

La UD Las Palmas llegó ayer a Sevilla tras un parón plácido, todo lo contrario que el Betis. Ante el Eibar rompió una racha de seis jornadas sin vencer (cuatro empates y dos derrotas) y permanece en la zona confortable de la tabla. Quique Setién descartó al croata Livaja por llegar tarde a un entrenamiento y viajó ayer con casi todos sus elementos, incluidos Roque Mesa y Boateng, dos auténticos peloteros. El Betis también los tiene y ahora le toca a Víctor lograr que aparezcan.