Menú

«Cambiemos la mentalidad, cambiemos el ‘manquepierda’»

ENTREVISTA. Petros se piensa y razona todas sus respuestas. «Vamos a mejorar, es imposible ganar y jugar bien al principio», dice. «El año pasado sufrimos mucho, con tantos cambios no se puede hacer un equipo. Ahora hay un proyecto», añade

03 oct 2016 / 09:00 h - Actualizado: 03 oct 2016 / 16:48 h.
"Real Betis","Petros"
  • Petros posa en una de las porterías de la ciudad deportiva del Betis / Pepo Herrera
    Petros posa en una de las porterías de la ciudad deportiva del Betis / Pepo Herrera

—¿Qué balance hace de este mes y medio?

—Estoy contento, principalmente por la actitud del equipo. La afición ve que ahora tiene un equipo muy competitivo. Juguemos peor o mejor, estamos metidos los 90 minutos. Pero tenemos que mejorar.

—El nivel de fútbol del Betis aún deja bastante que desear, ¿no?

—Veo mucho fútbol, me encanta, y veo que la gente quiere ganar. Si juegas bien y no ganas, no vale para nada. Estamos conociendo a los nuevos poco a poco, el entrenador es nuevo... Es imposible ganar y jugar bien al principio. El único que empieza bien y acaba bien es el Barcelona. Jugar mejor o peor se coge poco a poco. Vamos a ir mejorando, pero lo importante ahora es ganar como sea. Si ganamos, cogemos confianza, la grada está contenta y así podemos mejorar. Es el principio y vamos cogiendo una forma de jugar, un camino.

—¿Qué camino será ese?

—Hay que hacer un equipo muy bueno defensivamente, que nos hagan el mínimo de goles posible, y que la diferencia la marque la calidad que tenemos delante.

—¿Tienen mejor equipo que el año pasado?

—Veo un equipo muy competitivo. Las comparaciones no me caen bien. Conozco jugadores que en un sitio no han jugado muy bien y en otros han sido los mejores. Pero estamos preparados para competir con cualquiera, eso lo garantizo.

—¿La falta de carácter de otros años es historia?

—Sí, vamos cogiendo una forma de jugar muy imponente. Cuando juego, lo que espero de mí es que se note que estoy ahí. Jugaremos bien o mal, pero que se note que estamos ahí los 90 minutos. Que la afición, el cuerpo técnico y la directiva se sientan representados por nosotros.

—Después de lo que pasó en el derbi, ¿cree que el Betis se ha acercado algo al Sevilla?

—El año pasado sufrimos mucho por los cambios: entrenadores, presidentes, cambios de jugadores... No se puede hacer un equipo así. Ahora hay un proyecto.

—La estabilidad es la clave, ¿no?

—Tenemos que tener estabilidad. Los equipos mejor estructurados son los que vienen ganando en los diez últimos años: Barcelona, Bayern... Tienes que mirar a la gente que lo hace bien. Ahora empezamos con un director con carácter y una historia, un entrenador y jugadores competitivos, la directiva haciendo lo mejor... El Betis ha sufrido mucho en los últimos años, no tenía dinero para nada. ¿Cómo puede ser? Ahora tenemos seguridad y tenemos a la afición. Tras el partido contra el Málaga, una mujer de unos 60 años me dijo ‘Petros, yo no tengo para comer pero tengo un carnet’. Por esta gente doy también mi vida. Hay cosas que no se explican y el beticismo es una de ellas.

—Se le nota muy implicado con el Betis y su contexto.

—Puedo parecer tonto, pero si nos sentamos a hablar, hablamos de lo que sea. Debo estar enterado de todas las cosas porque mi familia depende de eso. El año pasado lo pasamos mal pero este año es al revés, hay tranquilidad desde la parte más alta de la estructura del club y eso también nos llega.

—¿Entiende los enfados de Poyet con los árbitros?

—Lo que pasa es que ocurrió en tres partidos seguidos y nosotros vivimos de eso. Lo del derbi fue un error muy grave porque la jugada es muy simple. Si no podía ver a Rubén, ¿cómo estaba en fuera de juego?

—¿Qué le parece el míster?

—El míster tiene carácter, es uruguayo. Me gusta mucho, lleva la victoria en su sangre y eso es lo que necesitábamos. Queremos hacer algo distinto. Lo que pasó, pasó. Yo no jugaba en el Betis hace tres años y no tengo nada que ver con lo que pasó. Vamos a cambiar la mentalidad. El ‘manquepierda’ tiene que cambiar. ‘Manquegane’. Hay que acostumbrarse a ganar, la gente buena está acostumbrada a ganar.

—¿Lo dice por los pitos de la grada el día del Dépor?

—Eso fue normal. Sufrimos mucho en el pasado, ahora es un proyecto nuevo, la gente venía ilusionada y en el primer partido no ganamos. Pero que confíen en nosotros. Nosotros confiamos en la grada. El día del Málaga ganamos gracias a ellos.

—¿Le parece bien el discurso ambicioso de la directiva?

—Debemos hacerlo mejor que el año pasado. No puedo garantizar que estaremos arriba, pero sí que intentaremos acostumbrarnos a ganar.

—Hay que hablar de su buen inicio de campaña. ¿Puede decirse que hay un nuevo Petros?

—Soy un tío que trabaja mucho. Hay gente a la que le gusto y gente a la que no. Yo tengo que mejorar mucho. Incluso los mejores tienen algo que mejorar. La gente no sabe lo que yo trabajo. Sudamérica y Europa son escuelas distintas y yo jugaba en otra función en Brasil. Ni un día bajé los brazos; al revés. Quiero que la gente se sienta representada por mí en la cancha y yo pienso que los represento. ¿Que puedo mejorar? Vale. Y le garantizo que voy a mejorar, pero estoy contento con mi inicio. Estoy muy bien físicamente, por debajo de mi peso, y eso me ayuda. Tampoco es suerte. ¿Cómo hago estas cosas si antes no las hacía? Las hacía, pero el año pasado no había una forma de jugar muy clara debido a los cambios. Todo mejora con la confianza y las victorias y estoy trabajando el doble para mantenerlo. No quiero hacer un partido de 10, pero tampoco quiero hacer un partido de 3. Yo quiero hacer partidos siempre de 7, 8, 7, 8...

—Si la gente no lo sabe, explíquele cuánto trabaja Petros.

—Me entreno como quiero jugar: fuerte. Voy fuerte a mis compañeros porque en el partido tengo que ir fuerte. ¿Por qué es la mejora de Joaquín? Porque entrena mucho, bien, fuerte. ¿Por qué mete gol Rubén? No se pasa la semana en la camilla, sino que se entrena todos los días. Se juega como se entrena.

—¿En qué ha evolucionado?

—Este año tengo una función nueva, más retrasada, y todavía me estoy acostumbrando, así que puedo mejorar más. Si ganas, las cosas se notan mucho. Si pierdes, por muy bien que lo hagas, no se nota. Creo que estoy mejorando mucho en la salida de balón y en la contra, estoy recuperando muchísimos más balones y me estoy asociando mucho más rápido. Aquí la gente juega muy bien. Pam, pam, pam. La gente piensa muy rápido y yo debo pensar un pelín antes. Estoy con chispa.

—Lleva el doble de faltas recibidas que cometidas. Se le ve como más moderado...

—Está claro que muchas veces me puedo controlar algo más, pero no hago eso por locura, sino porque no me gusta perder un balón dividido. Yo voy a un balón como si pudiese meter un gol. Puedo perder uno, pero dos no. Estoy más moderado, pero hay momentos en que no se puede. Prometo que estoy mejorando (ríe). No puedo cambiar de la noche a la mañana.

—¿Entonces está a su mejor nivel físico y táctico?

—Seguro. En lo físico estoy para competir ahora mismo si lo necesito. Y en lo táctico estoy aprendiendo, buscando qué puedo hacer para ayudar al compañero, qué lectura puedo hacer antes de que pase una jugada. Táctica y físicamente estoy en mi mejor momento.

—¿Se imagina que algún día la afición coree su nombre?

—Que la gente esté con los ídolos: Joaquín, Adán, Rubén Castro... Pero que sepa que también estoy metido y los represento. Eso vale mucho.

—Usted corre más que nadie en el Betis. ¿No se cansa?

—La verdad es que sí (ríe), pero merece la pena. Llegar a casa sabiendo que lo di todo es la mejor sensación que puedo tener. Volver con la sensación de que podías haber hecho más no me gusta, no me vale. Contra el Málaga me cansé mucho, pero porque fue una semana complicada: jugamos el viernes, luego el derbi, que tiene un peso emocional muy grande, y luego el viernes. Estaba agotado físicamente y de cabeza, necesitaba descansar.

—El club se pasó el verano buscando un sustituto para N’Diaye. Es decir, un jugador para su posición. ¿Cómo lo vivió?

—Si viene a aportar calidad y experiencia, si vamos a mejorar, si es importante para el club y el entrenador lo necesita, bienvenido. Pero que venga con hambre. Este es un club distinto que necesita pelea, dar la cara. No es fácil jugar aquí.

—¿Cree que la afición echa de menos a N’Diaye?

—N’Diaye es un amigo y jugó muy bien el año pasado. Ahora está en el Villarreal con un buen contrato. No sé si lo echan de menos, eso lo tiene que decir la afición, pero es un tío importante. Si estuviera aquí, nos ayudaría, como el año pasado. Yo estaría muy contento.

—Ha dicho que no es fácil jugar en el Betis. ¿Por qué?

—Tenemos una afición como no hay otra y una historia muy mala en los últimos años. La gente dice que no puede ser, que ya está. Hay que tener carácter, cojones. Si no estás preparado para esa presión, aquí no vas a jugar nunca. Hay que tener un compromiso muy grande. Debo representar a esta gente porque esta gente me representa.

—Por cierto, ¿le gustan los viernes?

—Yo lo prefiero, es un día bueno. La afición debe estar contenta. Jugamos porque la afición se mete en la tele. Si fuésemos un equipo pequeño, jugaríamos el domingo a las diez de la noche. Como somos un equipo muy grande, jugamos los viernes.