El mejor guion en el peor escenario

El estilo impuesto por Quique Setién toma forma a pasos agigantados e, incluso, da puntos ante rivales tan complicados como el Real Madrid. Lejos de arrugarse, el Betis se creció en el Santiago Bernabéu con Adán y Sanabria erigidos en héroes de la noche.

21 sep 2017 / 01:40 h - Actualizado: 21 sep 2017 / 01:48 h.
"Fútbol","Primera División"
  • Javi García y Gareth Bale. / Efe
    Javi García y Gareth Bale. / Efe

El Betis de Quique Setién sigue teniendo defectos. Pero al menos tiene claro el patrón de juego. No se amilana y tal y como avisó su entrenador, es y será siempre fiel a su estilo. Se ponga quien se ponga por delante. Y para muestra el partido de anoche en el Santiago Bernabéu. Un escenario propicio para que a Adán le temblaran las piernas, o para que Feddal y Mandi cometieran el tan esperado error en la zona de retaguardia. Pues ni una cosa ni la otra. Más bien todo lo contrario. El Betis se lo cree y así lo demostró desde el principio. La ocasión entre Tello y Sanabria al alimón, o el disparo de Fabián Ruiz minutos más tarde, dejaba claro que el Betis no iba de paseo a La Castellana. Es lo mínimo que se le podía pedir a este equipo. Sobre todo teniendo en cuenta que había sido llamado a pagar los platos rotos por la sanción a Cristiano y los dos empates consecutivos que los de Zidane habían cosechado en el coliseo blanco. Ni por esas. El Betis fue valiente y pidió la pelota, quería mandar y lo demostraba en la posesión. Se mantuvo firme atrás, tanto como en sus principios, y esperó las pocas que sabía que iba a tener. Así llegó una de las más claras, obra de Francis. Le faltó picardía en la definición y le sobró precipitación. Fue un aviso. De ahí al final el Betis se creció. Como quiere Setién, desde atrás. Con Adán seguro bajo palos... y fuera de ellos. Con los pies y las manos. Tanto se ha hablado de su juego con balón, que más de uno parece haberse olvidado lo bien que se le da con los guantes.

Los primeros puntos lejos del Villamarín llegaron desde el lugar más inesperado: el Santiago Bernabéu. El que la sigue la consigue, dice el refranero. 19 años ha tardado el Betis en volver a ganar en el Chamartín. Y lo hizo perseverando, creyendo y confiando en una idea, un estilo y una filosofía que ha calado hondo en el vestuario, la directiva y el hincha. La tortilla ha dado la vuelta y no sólo una vez. Que le pregunten a Sanabria. Constante, apareció cuando tenía que hacerlo. Al final y sin dejar tiempo a la reacción. Un guion perfecto, propio de una misión imposible que, ayer, dio la razón a Setién y a los que creen en su película.