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La asamblea general extraordinaria de la LFP. Ángel Haro es el primero por la derecha / LFP
La Liga de Fútbol Profesional (LFP) celebró ayer en Villarreal una asamblea general extraordinaria en la que, por encima de todas las cosas, trató el reparto económico de los derechos audiovisuales para la temporada 2016-17. La cita era muy relevante para el Betis, que estuvo representado por su presidente, Ángel Haro, y el director general, Federico Martínez Feria. Ambos aprovecharon la coyuntura para ver algún partido del conjunto alevín en el torneo de La Liga Promises después de asistir a una reunión que en cualquier caso no mejora de forma espectacular las previsiones del club verdiblanco para la que, como cada año, es la partida más importante de su presupuesto.
En concreto, los cálculos del Betis pasan por conseguir un mínimo de 47 millones y un tope de 50 por derechos de televisión. En el mejor de los supuestos, serían veinte millones más de lo que ha estado cobrando aproximadamente en sus últimas temporadas en Primera División. La cantidad definitiva, sin embargo, no se conocerá hasta que concluya la temporada 2016-17, ya que está sujeta a algunas variables. Por ejemplo, los ingresos por taquilla o las audiencias de sus partidos.
Alguno de estos capítulos no beneficia demasiado al Betis. El de los ingresos por taquilla es el más patente. El baremo que observa la LFP no es el número de abonados ni el promedio de asistencia al estadio, sino el dinero que esos seguidores dejan en caja en cada jornada. El Betis tuvo la pasada temporada 45.000 socios y una media bastante alta, por encima de 35.000 espectadores por partido, pero los carnets pasaban por ser de los más bajos de la categoría y las entradas no eran precisamente las más caras del campeonato. Y hay otro hándicap para los de Heliópolis: entre los datos que se computan también aparecen las taquillas de competiciones europeas. En definitiva: el Betis ingresó por taquilla menos dinero que otros clubes con menos abonados o peor promedio de asistencia. En el curso que se avecina, el consejo de administración subirá el precio del carnet después de dos campañas de incremento cero. En cuanto a las audiencias, presenta grandes índices en el mercado español pero son muy mejorables en el internacional.
El nuevo reglamento
Los clubes también aprobaron ayer el Reglamento de Retransmisión Televisiva que se implantará la próxima temporada. El próximo jueves, en Madrid, los directores de comunicación de los clubes estudiarán la aplicación concreta de ese nuevo reglamento, que a grandes rasgos copia el modelo por el que se rige la UEFA desde hace varias temporadas. La característica fundamental es la meticulosidad. El objetivo, la optimización de esas transmisiones televisivas.
Hace semanas, la LFP envió profesionales a todos los estadios para realizar una auditoría de las instalaciones. El Betis todavía no conoce las conclusiones de ese informe, pero en principio no se verá obligado a efectuar ninguna obra de envergadura, algo que sí tendrán que afrontar clubes que, por ejemplo, organizan su zona mixta en la misma sala de prensa o en la calle. Las reformas que efectuó el club hace dos años con vistas a la Liga Europa juegan ahora a su favor.
La LFP también mandará un director de partido a cada encuentro de Primera, aunque si el choque tiene más repercusión de lo normal (el ejemplo clásico es un Barcelona-Real Madrid) puede enviar dos o tres. Se planificará y organizará cada mínimo detalle para que el producto (el partido de fútbol en particular y la Liga española en general) les valga la pena tanto al operador que adquiera los derechos como al cliente que compre el paquete. Se medirá hasta el corte del césped, que será paralelo a la línea de gol para ayudar en jugadas como los fueras de juego. En la mañana del partido, además, se controlará su altura (según los parámetros estándar de la UEFA, nunca más de 30 milímetros) y su rodaje en varias zonas. Y hay otra exigencia importante: que la grada de Fondo, la que aparece en el plano principal de la transmisión, esté lo más llena posible (bien reubicando a socios, bien bajando el precio del abono para esa grada).
La nueva transmisión incluirá entrevistas a los entrenadores cuando lleguen al estadio o cámaras aéreas en los campos donde sea posible (no en el Benito Villamarín, debido a las obras en el Gol Sur). Además, la rueda de prensa del entrenador visitante será 15 minutos después del partido (antes estaban estipulados 12) y entre esa y la del técnico local deberán transcurrir cinco minutos. En cuanto a la publicidad, la segunda U (el Betis no la tendrá hasta que rebaje la altura del césped) deberá ser monocromática. Si un club infringe alguno de los muchos parámetros de este reglamento, se expone a la correspondiente multa.