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Entre el estilo y la ruleta rusa

Marcar la friolera de siete goles en dos partidos ha reportado un solo punto a este Betis descosido a la hora de defender. Tanto esfuerzo sirve de poco

15 oct 2017 / 23:58 h - Actualizado: 16 oct 2017 / 14:34 h.
"Real Betis"
  • Mandi disputa un balón con Zaza. / LaLiga
    Mandi disputa un balón con Zaza. / LaLiga

Si alguien pensó que esto sería coser y cantar, estaba equivocado. El Betis de Quique Setién está llamado a mejorar –tampoco es muy difícil– al del pasado curso, a ilusionar a una afición deseosa de disfrutar con su equipo, pero queda mucho, mucho trabajo por delante.

Prueba de ello es lo visto en las dos últimas jornadas: marcó cuatro goles en Anoeta a la Real y le hizo tres al Valencia, pero esa pegada sólo se ha traducido en un punto de botín. De poco o nada sirve tener esa pólvora si tu nivel defensivo es realmente pobre. Cuatro goles recibidos en tierras donostiarras y ni más ni menos que seis en casa frente al conjunto de Marcelino. Un buen equipo, sí, pero perder por 3-6... es mucho perder.

Sólo el Málaga (18) ha encajado más tantos que el equipo de Quique Setién en estas ocho primeras jornadas de campeonato. El técnico cántabro, todo hay que decirlo, no ha escondido nunca el problema; incluso el mismo día de la victoria en el Bernabéu lo dijo. Sin embargo, de momento no se ve solución. Este Betis con calidad, que pelea siempre y tiene orgullo se descose y tira por tierra un potencial ofensivo que ante el Valencia apareció pero demasiado tarde. Por todo ello, urge poner fin a esta especie de ruleta rusa en la que se convierten los partidos. El estilo que pregona Setién es atractivo, valiente, pero necesita una base sólida.

Especialmente graves fueron los errores cometidos dentro del propio área, con dos goles encajados tras sendos remates de cabeza a placer de Kondogbia, primero, y Rodrigo, más tarde. En cualquier caso, ambos tantos no fueron sino la punta del iceberg que hundió al Betis ante el conjunto de Marcelino. Ojo al conjunto che, por cierto. Con el potencial que atesora de la mano del técnico asturiano puede ser protagonista esta temporada. Además, el hecho de no disputar competición continental le da un tiempo de descanso privilegiado.

Queda mucho tiempo por delante para encontrar ese equilibrio que necesita el Betis. Frente al Alavés no cabe otra cosa que volver a mostrar la mejor versión.