They’re singing in the rain

El Betis completa uno de los mejores partido de la temporada ante un Espanyol que saltó al campo a mojarse y poco más

17 mar 2018 / 23:33 h - Actualizado: 17 mar 2018 / 23:39 h.
"Real Betis"
  • Los jugadores del Betis celebran el gol de Francis. José Manuel Vidal (Efe)
    Los jugadores del Betis celebran el gol de Francis. José Manuel Vidal (Efe)

Hubo un momento del partido en el que el tremendo vendaval que sopló ayer en Sevilla condujo un paraguas desde la grada hasta el césped del Benito Villamarín. Agua, charcos y paraguas. Todos los ingredientes necesarios para imitar a Gene Kelly y ponerse a cantar Singing in the rain. El Betis disfrutó de un partido de lo más plácido ante un Espanyol, que apenas ofreció resistencia. Fue más incómodo jugar bajo la manta de agua que con la resistencia del equipo de Quique Sánchez Flores.

La confianza se ha instalado en el equipo de Quique Setién. El debate sobre la idoneidad del estilo ha quedado en un segundo plano, aunque curiosamente la cuestión se ha rebajado justo cuando el equipo se ha mostrado más serio y precavido en algunos lances del juego. No se encajan tanto goles, se han minimizado los errores en las zonas delicadas del campo y hasta el propio entrenador ha llegado a reconocer que no pasa nada si se gana sin jugar al fútbol. En el punto medio está la virtud, se pueden hacer mimitos al balón sin dejar a Adán delante de un pelotón de fusilamiento. El Betis es ya un candidato oficial a jugar en Europa la próxima temporada, y ahora los puntos importan y mucho.

Más allá del dibujo que el equipo exponga sobre el terreno de juego, los verdiblancos disfrutan del buen momento que varios jugadores presentan. A Junior, el defensa, le sale el gen del Junior delantero y ayer consiguió marcar. Francis hizo lo propio. Los dos canteranos, los dos carrileros de la defensa de cinco llegan hasta el área contraria y golean. La mejor noticia es que no hay malas noticias. La plantilla corta de principio de temporada se ha estirado hasta dimensiones que muy pocos adivinaban en verano. Los tenientes generales que se han resguardado en la enfermería tienen la retaguardia muy bien protegida por la soldadesca.

Ni los apagones, ni el misterioso caso de los aspersores que se activan en medio del partido ni los paraguas voladores despistaron al Betis de su tarea. El Espanyol vino a mojarse, no mucho más