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Joaquín, junto a Serra Ferrer, durante un entrenamiento en 2005. / El Correo
El nuevo Betis de Quique Setién poco o nada se parece al de la temporada anterior. Una afirmación que nada tiene que ver con los resultados, pues, a día de hoy, sólo se ha disputado una jornada del campeonato de Liga. Sin embargo, el regreso de Lorenzo Serra Ferrer ha provocado cambios que afectan, sobre todo, al primer equipo. Serra ha apostado en esta planificación por un perfil que dista mucho de lo que hasta ahora había traído el Betis de la mano de Torrecilla. El ex director deportivo prefirió jugadores algo más desconocidos que los que han venido este año. Primó siempre la juventud y proyección por encima de cualquier otra característica.
El nuevo vicepresidente deportivo ha dado un giro radical a esa idea y ha basado su búsqueda en un perfil muy concreto: futbolistas más experimentados –no por ello mayores o en el ocaso de su carrera– y con experiencia en la Liga. Una decisión que arroja una consecuencia inmediata: la españolización de la plantilla. Seis de los nueves refuerzos que ha hecho el Betis hasta la fecha (Barragán, Camarasa, Tello, Amat, Javi García y Sergio León) son españoles, mientras que de los otros tres, sólo Boudebouz desconoce el campeonato. Es decir, el 67 por ciento de los fichajes realizados tienen pasaporte español. Hace un año, sólo tres de los que llegaron (Manu Herrera, Nahuel y Rubén Pardo) compartían nacionalidad con la mayoría del vestuario. O lo que es igual: tan sólo el 23 por ciento de los jugadores que llegaron con Miguel Torrecilla (13) contaban con la nacionalidad española.
La predilección de Serra Ferrer por la cantera no es nada nuevo. Por suerte para él, se trata de una idea compartida con el entrenador, que no sólo no se esconde a la hora de hablar del «importante papel que los jóvenes talentos de la cantera verdiblanca desempeñarán este año» en el primer equipo, sino que lo demuestra con hechos. Dos de las perlas con ficha en el Betis Deportivo y que este año realizaron la pretemporada tuvieron minutos en el Camp Nou.
Este modelo en el Betis no es nada nuevo. Ya en las temporadas 2004-05 y 2005-06, con Lorenzo Serra en el banquillo, se impuso este criterio. En el primero de estos dos años, en el que el Betis logró alzar el título de Copa del Rey y acabó clasificado para la Champions, hubo hasta 12 canteranos en el plantel. El curso siguiente, Serra contó con 11 talentos procedentes de los escalafones inferiores del Real Betis.
Joaquín, la gran referencia
El carácter canterano de esta plantilla tiene en Joaquín a su máximo exponente. Criado en la fábrica de talentos heliopolitana, el capitán es una de las grandes referencias en el vestuario por calidad, trayectoria y fútbol. Los galones del extremo dentro de la caseta son fundamentales en un proyecto que busca el éxito bajo esa fórmula. De hecho, el portuense es el único jugador de la plantilla que vivió aquella experiencia junto al mallorquín durante las dos últimas temporadas en las que Serra dirigió al Betis.
Aquel año formó parte de ese selecto grupo con Juanito, Rivas, Melli, Doblas, Arzu, Cañas, Varela, Capi, Dani e Israel. Nadie mejor que el propio Joaquín para ayudar con su experiencia a la nueva camada de prometedores futbolistas que poco a poco van aterrizando en el vestuario del primer equipo heliopolitano. A día de hoy, junto a él, hay otros cinco canteranos a las órdenes de Setién.