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Bas Dost celebrando un gol en el Estadio José Alvalade. / EL CORREO
Barahúnda. Ese es el vocablo que bien define a día de hoy la situación que vive el Sporting Club de Portugal. Confusión grande, con estrépito y notable desorden. Si a principios de mes eran el portero Rui Patricio y Daniel Podence los jugadores que rescindían su contrato con el club, ahora le ha tocado el turno a cuatro de sus, ya, ex compañeros. William Carvalho, Bruno Fernandes, Gelson Martins y Bas Dost.
Los tres primeros futbolistas son internacionales con Portugal, de hecho ahora mismo se encuentran concentrados en Rusia para la disputa del partido frente a España del próximo viernes. Y el último nombre es el de Bas Dost, un nombre que lleva retumbando en la ciudad de Sevilla la última semana. Tras separar sus caminos, ya nada parece entorpecer la incorporación del delantero holandés al conjunto hispalense. Habrá que estar pendiente, pues, del trabajo Joaquín Caparrós para ver si mueve ficha en las próximas horas y el goleador de casi dos metros de altura se convierte en el primer fichaje de la era Machín.