Cómo le ha cambiado la vida a Ben Yedder. Este verano parecía que estaba más fuera que dentro del Sevilla. Tenía colgado el cartel de transferible, a pesar de que el jugador no llegó a decir en ningún momento que quería salir del club. Ni se dejó seducir por los cantos de sirena que llegaban desde equipos importantes de Europa.

Ahora, cuando solo se llevan disputados once partidos de liga, ya nadie se acuerda de lo que sucedió en verano con el francés y lamentan sobremanera su baja por lesión. De momento, ya es seguro que no estará ante el el Akhisar turco en la cuarta jornada de la Europa League. Y es seria dura para el decisivo duelo de este domingo ante el Espanyol.

Podrá gustarte más o menos su forma de jugar, pero lo que nadie le discute al ex de Touluse son sus números. Ante el Huesca llegó alcanzó la cifra de 49 goles en 100 partidos oficiales con el Sevilla. La efectividad del franco-tunecino es superior a la de leyendas como Kanouté, Luis Fabiano o Bacca. Palabras mayores.

Buena parte de culpa del papel protagonista, por otro lado inesperado, que ha adquirido Ben Yedder en la presente temporada la tiene su pareja de ataque, André Silva. El portugués ha entendido a las mil maravillas el rol que Pabló Machín espera de él dentro del terreno de juego. Ben Yedder, también, y además de hacer goles, se asocia perfectamente con el nueve luso.

Una simbiosis en la delantera que la temporada pasada no se produjo con Luis Muriel, y el Sevilla lo acusó. Esta campaña, solo el Barcelona (31) supera en número de goles marcados al conjunto de Nervión (22). Ahora sí que pueden presumir en el Sánchez Pizjuán de tener un ataque de garantías.