-
José Castro, a la izquierda, en el palco del estadio Boris Paichadze / EFE
El presidente del Sevilla, José Castro, tenía sentimientos contradictorios después de la derrota de su equipo ante el Barcelona en la final de la Supercopa de Europa. Estaba triste, como es normal, pero también estaba tremendamente orgulloso con los suyos.
«Tengo sentimientos contrapuestos», confesó. «Estoy enfadado, porque llegar a la prórroga con 4-4 y no ganar este título es para estar cabreado. Después de empatar pensaba que íbamos a ganar. Lo habéis podido comprobar. Ante todo un Barcelona hemos empatado un 4-1 en contra. Hemos igualado ante un equipo muy poderoso que tiene diez jugadores y un extraterrestre, Messi», recordó.
«Estoy orgulloso. El Sevilla, como dice el himno, nunca se rinde», prosiguió el dirigente nervionense, que recalcó que «el Sevilla ha demostrado a toda Europa que no está aquí por casualidad». «El partido ha sido un espectáculo para Europa y para el mundo, hoy se ha visto por qué crece la marca Sevilla FC y por qué nuestra entidad va cada vez más hacia arriba, porque tenemos un gran equipo y un gran técnico», agregó Castro, que en general habló de una grandísima final: «Con partidos así demostramos que el fútbol español es el mejor del mundo».