Diez años después, el Sevilla

En la 2006/07 los de Nervión eran líderes de una Liga que lucharon hasta el final

03 mar 2017 / 18:06 h - Actualizado: 03 mar 2017 / 19:24 h.
"Sevilla FC","Sampaoli"
  • Kerzhakov se dispone a marcar uno de los goles del Sevilla-Barça de 2007 (2-1), cuando el Sevilla era líder de la Liga.
    Kerzhakov se dispone a marcar uno de los goles del Sevilla-Barça de 2007 (2-1), cuando el Sevilla era líder de la Liga.

A falta de 13 jornadas el Sevilla de Jorge Sampaoli sigue amenizando la Liga. Los sevillistas (55) están siguiendo el ritmo marcado por los dos grandes, Barcelona (57) y Real Madrid (56), por lo que cada vez más gente los cataloga como serios aspirantes al título. Desde Nervión se recuerda constantemente que ese no es el objetivo, con algo de miedo a fomentar unas expectativas que degeneren en sensación de fracaso al final. Por su parte, Sampaoli no se amilana y en cada intervención habla sin tapujos de tal posibilidad. Si lo hizo antes de empezar el campeonato, para asombro del personal, ahora no tendría sentido cambiar de discurso. Pero la pregunta se puede responder con los datos que ofrecen las últimas ligas españolas: ¿Puede el Sevilla ganar la Liga?

A estas alturas nos encontramos con un precedente directo de hace justo 10 años: el Sevilla de Juande Ramos en la campaña 2006/07 era líder del campeonato con 50 puntos, cinco menos que ahora, tras ganarle en la jornada 25 al Barcelona en Nervión (2-1). Fue aquel el mejor Sevilla de la historia, capaz de ganar la Copa de la UEFA, la Copa del Rey y la Supercopa de Europa goleando al Barcelona, además de rozar la Liga. Algo probablemente irrepetible. Pero era aquella una de las últimas temporadas medio normales, antes de que el súper Barcelona del mejor Messi y el todopoderoso Real Madrid de Cristiano Ronaldo, al margen de aprovechar sus estratosféricos presupuestos, se basaran en sus dos estrellas para llevar las Ligas hasta los 100 puntos. Las últimas siete Ligas han exigido a sus campeones 90 o más puntos, lo que hace casi imposible que otro equipo distinto a los dos grandes tenga opciones. La palabra casi es gracias al milagro del Atlético de Madrid en 2014, cuando sorprendió a Real y Barça conquistando el título con 90 puntos.

En el siglo actual sólo Deportivo, Real Sociedad, Valencia, Atlético y Sevilla han inquietado a los dos colosos. Colchoneros y valencianistas fueron capaces de ganar la Liga: el equipo che en 2002 (74 puntos) y 2004 (77). La Real casi lo logra en 2003 (se quedó segunda con 76), el Dépor en 2001 y 2002 (segundo con 73 y 68, respectivamente) y el Sevilla en 2007, cuando llegó con opciones a la jornada final pero quedó finalmente tercero (71). En cuanto Real Madrid y Barcelona dispararon sus puntuaciones sólo hubo hueco para el mencionado milagro del Atlético (90). La Liga actual lleva un promedio de 87 puntos y el récord del Sevilla está fijado desde 2015 en 76, aunque ahora el de Sampaoli lleva ritmo de superarlo. De esta forma es más referencia el exigente campeonato que conquistó el Atlético que la campaña de hace diez años cuando el aspirante era el propio Sevilla.

El calendario que le queda al Sevilla es duro, sobre todo de visitante: Alavés, Atlético, Barcelona, Valencia, Málaga y Real Madrid, en una penúltima jornada que podría ser apasionante de seguir así el campeonato. A Nervión irán a jugar Leganés, Sporting, Deportivo, Granada, Celta, Real Sociedad y Osasuna. El futuro del Sevilla en la Liga de Campeones influirá de manera notable en el rendimiento sevillista en la Liga, al tiempo que la probable eliminación del Barcelona a manos del PSG podría ser determinante en el ritmo que marquen los de Luis Enrique de aquí al final. El Real Madrid, por su parte, tiene que jugar un partido más en la Liga, el que tiene aplazado con el Celta en Balaídos. Todo parece indicar que si el Sevilla quiere hacer historia deberá pulverizar su récord de puntos, pues las ligas de 80 o menos puntos son cosas casi del siglo pasado. Y eso sólo pasa por, como mínimo, ganar al menos 9 de los 13 encuentros que le faltan y rascar algunos empates.