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Florencia, Florencia, Florencia...

LA CONTRACRÓNICA. El consuelo de poder meterse en otra final el jueves amortigua un tropiezo que casi despide al Sevilla de cazar al Valencia.

11 may 2015 / 10:34 h - Actualizado: 11 may 2015 / 11:05 h.
"Sevilla FC","Unai Emery"
  • Gameiro, autor del gol sevillista, pasa entre jugadores del Celta que festejan el 1-1 / Salvador Sas (EFE)
    Gameiro, autor del gol sevillista, pasa entre jugadores del Celta que festejan el 1-1 / Salvador Sas (EFE)

El Sevilla se ha abonado a finales de temporada con varios frentes abiertos. Y muy importantes todos. Una bendición que genera debates en su mayoría inútiles. El panorama que tienen por delante los de Unai Emery, sin embargo, sólo debe tener ya un nombre: Florencia. Aunque si hubiera ganado ayer en Vigo, también. El cuarto puesto se ha puesto prácticamente imposible y, aunque estuviera en la mano de los sevillistas, ante un partido de vuelta de semifinales de la Europa League como el que tiene el Sevilla este jueves en la Toscana italiana todo es secundario. Todo.

La posibilidad, acrecentada el pasado jueves, de jugar otra final es lo suficientemente importante como para reclamar el 90% de la atención del club –ya el 100%...–. Además, triunfar en la Europa League te da el premio que los nervionenses buscan en la Liga: regresar a la Champions. Y dentro de ese mensaje, subyace otro de suma importancia: el Sevilla no está clasificado para la final. No hace ni falta recordar lo que pasó hace un año en Mestalla tras un 2-0 en el Sánchez-Pizjuán. Es compresible la alegría y el optimismo de la hinchada, pero ahí debe acabar toda confianza.

Esta vez parece más fácil. La Fiorentina tiene menos potencial que el Valencia y hay un gol más de renta para el Sevilla (3-0). Pensar en llegar a Varsovia antes que en luchar a tope en la Liga es lo correcto, pero pensar en Polonia sin detener la mirada en Florencia es un error de principiante que sería probablemente castigado en el Artemio Franchi.

Ayer, al igual que hiciera en San Mamés antes de la vuelta ante el Valencia la temporada pasada, Emery –o Carcedo– reservó a los titulares... Este Sevilla es sólido pese a las rotaciones y pese a que Unai no estuvo en Balaídos. Desgraciadamente estuvo en su tierra por el fallecimiento de su padre, circunstancia ante la que sus jugadores quisieron rendirle homenaje tras marcar Gameiro el 0-1: ‘Ánimo míster’, lucía una camiseta a la que todos veneraron en el banquillo. El empate podría darse por bueno a mitad de la temporada. Ahora no. Se le va la Champions, pero al Sevilla se le viene “una semana muy bonita, gracias a todos por el apoyo”. Palabra –tuit– de Unai.