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Correa conduce el balón durante el partido. / SFC -
Los equipos, formando al inicio del partido. / EDD
El Sevilla solventó con victoria por 1-2 su amistoso contra el Sandhausen, equipo de la Bundesliga 2, en lo que fue su primer partido del stage en tierras alemanas. Un duelo marcado, sobre todo, por la presencia de Kevin Gameiro en la grada junto a Monchi, disparando así todas las alarmas sobre su posible marcha.
Esta circunstancia hizo que Sampaoli jugase desde el inicio sin delantero nato, alineando un once formado por Sergio Rico en la portería; Mariano, Pareja, Carriço y Kolo en defensa; Kranevitter, N’Zonzi y Franco Vázquez por delante en una primera línea de tres; y Sarabia, Vitolo y Konoplyanka como jugadores más adelantados.
El Sandhausen no tardó en adelantarse en el marcador. Lo hizo a los nueve minutos, tras aprovechar un error de Sergio Rico. El Sevilla lo intentó y buscó la igualada, aunque sin demasiado acierto frente al conjunto alemán. El empate, de hecho, no llegó hasta el minuto 41, cuando Vitolo fue derribado dentro del área y Konoplyanka transformó la pena máxima señalada por el colegiado (1-1).
Sampaoli movió muchas fichas en la reanudación. El técnico dio entrada a Escudero y sentó a Nico Pareja. Luego, retiró del campo a Vitolo, cuyo puesto ocupó Correa. Mariano por Coke e Iborra por Kranevitter fueron los siguientes cambios en en el Hardtwaldstadion de un Sevilla que no terminaba de encontrar su mejor cara.
Cambio tras cambio, el Sevilla intentó dar la vuelta al partido hasta conseguirlo. Fue por medio de Sarabia, tras un centro de Escudero que el mediapunta remató para poner el 1-2 en el marcador a falta de diez minutos para la conclusión.