Desde su llegada al Sevilla, Grzegorz Krychowiak se ha convertido en uno de los grandes referentes del equipo. Su implicación en el proyecto y su potencial se han ganado la admiración de todos. En Tiflis tuvo que jugar de central debido a la plaga de lesiones. Y no se arrugó. Una muestra más de lo mucho que puede hacer.

Este miércoles, su nombre apareció relacionado con el Arsenal. Según el diario The Telegraph, la entidad londinense estaría dispuesta a pagar los 30 millones de euros recogidos en su cláusula de rescisión. La información añadía, además, que Arsene Wenger ha solicitado su fichaje de forma encarecida a los rectores gunners, quienes, por cierto, presenciaron en directo la Supercopa de Europa.

El Sevilla sabe que Krychowiak es un serio candidato a marcharse en cualquier momento. Muchos clubes podrían desembolsar esa cantidad de dinero para hacerse con sus servicios, aunque sobra decir que no quiere desprenderse de él.

Sin embargo, hay algo a tener muy presente en todo este asunto. Y no es otra cosa que el pacto no escrito que el Sevilla y Krychowiak establecieron cuando firmó su contrato. El internacional polaco también tenía ofertas de otros equipos. Algunas incluso más cuantiosas económicamente, pero su idea era jugar en Nervión. Por ello, sacrificó ganar menos dinero a cambio de militar en el Sevilla, que, por otra parte, era su deseo. Eso sí: acordando que, en caso de querer marcharse en un futuro, la entidad facilitaría su salida. En definitiva: un pacto no escrito en virtud del cual, a cambio de hacerse con un futbolista con más y mejores ofertas, el Sevilla tendría que ser flexible en caso de que éste quisiera irse. Otra cosa es regalarlo.

A la espera de noticias, Krychowiak sufre una fisura intercostal, si bien él mismo se ha encargado de decir que estará disponible para el inicio liguero. ¿Significa eso que se ve en el Sevilla?