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José Castro, Unai Emery y Monchi estrechan sus manos tras la renovación del técnico. / M. Gómez
Mientras el mundo del fútbol despide con honores a Johan Cruyff, uno de los jugadores y entrenadores que marcaron un antes y un después en este deporte, en el Sevilla, en pleno parón de partidos, planea la incertidumbre sobre el futuro de su técnico, Unai Emery. El vasco ha hecho historia en los tres años y pico que lleva en Nervión, donde la gran mayoría de aficionados y la práctica totalidad de los dirigentes sevillistas quieren que siga comandando al equipo más temporadas. Es la gran duda de Unai: ¿seguir o marchar? ¿Es hora de finalizar un ciclo por todo lo alto o se puede extender el proyecto en común? Si las dudas atosigaron a Emery el pasado verano tras ganar su segunda Europa League y recibir suculentas ofertas económicas como las de Nápoles y West Ham, ahora no son menores.
Acabe como acabe el presente curso, Unai habrá llevado, como mínimo, al Sevilla a otra gran final, esta vez de la Copa del Rey frente al Barcelona. Y puede que haya sorpresa en la Europa League, donde sigue avanzando rondas, y en la Liga, en la que ya nadie descarta que pueda dar caza al Villarreal y repetir en la Champions la temporada que viene. Acabar un ciclo en Nervión por todo lo alto tienta al entrenador de Hondarribia para buscar equipo con proyecto interesante –no le faltarán–. Sin embargo, las perspectivas con el Sevilla siguen siendo altas. Unai se ha empapado de la idiosincrasia del conjunto nervionense, se entiende a la perfección con el director deportivo Monchi, y encaja como anillo al dedo en el modelo de negocio de la entidad: revaloriza a los jugadores y es capaz de rearmar el proyecto una y otra vez tras la marcha de los pilares más destacados.
Ayer en el entrenamiento a puerta abierta de la plantilla, muchos aficionados no sólo observaban las carreras de los jugadores, sino la manera de proceder de Emery, que a principios de la semana volvía a dejar frases que invitan a pensar que es posible que no cambie de aires: «Estoy feliz en el Sevilla, a mí me gusta estar donde me quieren». Y en el Sevilla lo único que se plantean es seguir viendo a Unai sentado en el banquillo. «Estoy preparando con él todo lo concerniente a la próxima temporada, lo veo más implicado en eso que nunca», destapó Monchi hace días.
En El Correo de Andalucía hemos querido conocer la opinión de nuestros lectores a través de twitter y los datos son claros: preguntamos a los sevillistas si desean que siga Emery la próxima temporada y el 65% de los votantes respondió que sí (un 26% que no y un 9% no se aclaraba). El nombre de Unai Emery fue coreado de nuevo esta temporada en el Sánchez-Pizjuán tras meter al equipo en la final de la Copa, un dato que concuerda con los resultados de la encuesta de este periódico. No obstante, es obvio que Unai tiene muchos detractores, pues no logra extender la mayoría de apoyos hasta la unanimidad, uno de los aspectos que podrían empujarle a pensar que todo esta hecho ya por su parte en el Sevilla.
El verano pasado, tras discutir con José Castro y Monchi por sus coqueteos con el Nápoles y el West Ham, Unai finalmente estampó su firma en un nuevo contrato en el que se le mejoraba el sueldo a tenor de los resultados obtenidos y se fijaba en 2017 el final de su vigencia. Eso sí, el técnico consiguió que no se estipulara penalización alguna si decidía no continuar este verano, de ahí las dudas que han planeado a lo largo de toda esta temporada. A la vez que ha ido avanzando la misma, la casi convicción de que se marcharía ha menguado y la opinión generalizada se ha ido inclinando hacia la opción de la continuidad. Los grandes equipos que lo tentaron, incluido el Milan, tienen los planes hechos en este sentido... Y los posibles recambios de Monchi, como Javi Gracia, también.