La prueba del algodón

Atlético contra Sevilla. Tercero contra segundo. El tercer ataque contra la mejor defensa

22 sep 2017 / 22:01 h - Actualizado: 22 sep 2017 / 22:14 h.
"Sevilla FC","Previa Sevilla","Banega","Franco Vázquez","Eduardo Berizzo","Muriel"
  • Luis Muriel, en el centro, salta durante el entrenamiento de ayer en la ciudad deportiva, entre Correa y Sarabia. El delantero colombiano apunta a titular este mediodía en Madrid. / Jesús Barrera
    Luis Muriel, en el centro, salta durante el entrenamiento de ayer en la ciudad deportiva, entre Correa y Sarabia. El delantero colombiano apunta a titular este mediodía en Madrid. / Jesús Barrera

Un Atlético-Sevilla nunca es un partido intrascendente y menos cuando ambos equipos atraviesan un momento dulce como el actual: tercero y segundo en la Liga, respectivamente, con meritorios empates en Roma y Liverpool en la Champions e inundados de buenos números en las cinco primeras jornadas. Será el de hoy un duelo sin urgencias en la clasificación liguera pero con tremenda importancia en cuanto a consecuencias. Más allá del goal average particular, si el Sevilla es capaz de dar la cara y ganar en su estreno en el flamante Wanda Metropolitano presentaría definitivamente sus credenciales para la temporada. Para ello, los de Berizzo tendrán que optimizar las virtudes exhibidas en las primeras cinco jornadas –solidez defensiva, sobre todo– e incrementar el nivel de acierto en los metros finales del ataque. Y es que el Sevilla se caracteriza por generar muchas ocasiones de gol pero arrojando un nivel medio de efectividad. Se vio, sobre todo, en Girona e incluso ante el Eibar en casa, a pesar del 3-0 final.

No ha hecho falta recordar en las últimas horas el caso Vitolo, ya que el cuadro nervionense viene de recibir al canario en el Sánchez-Pizjuán al grito de traidor tras su rocambolesca salida de Nervión con destino a Madrid previo paso por Las Palmas. Un episodio extraño e incómodo en el que no se ha dicho aún la última palabra. El caso es que tanto Sevilla como Atlético tienen razones de peso suficientes como para dejar pasar la polémica entre clubes –recordemos que los de Nervión van a denunciar a los colchoneros– y centrarse en intentar seguir la estela del Barcelona, líder.

Ni que decir tiene que el Atlético es favorito. La pregonada humildad de Diego Pablo Simeone se traduce en loable virtud de sus jugadores en el césped, pero para nada existe en cuanto a posibilidades económicas del club madrileño, con un presupuesto de casi 350 millones de euros, muy por encima de Sevilla, Valencia, Villarreal y Athletic. Como muestra, un botón: además del estratosférico sueldo que cobrará Vitolo, arrebatado del Sevilla, el Atlético acaba de fichar por 62 millones a Diego Costa, completando un ataque ya formado por Griezmann, Fernando Torres, Correa y los exsevillistas Vietto y Kevin Gameiro.

El caso es que el Sevilla está de nuevo dispuesto a luchar por lo imposible. Ha comenzado con un ritmo apabullante. Un 13 de 15 mucho más reconfortante que las sensaciones transmitidas en cuanto a juego. De ahí que la cita de este mediodía sea la verdadera prueba del algodón para el conjunto hispalense. Un estadio y un rival de altura para calibrar el potencial real de un Sevilla que sobrevivió como pudo en Liverpool, en la única cita top que ha tenido hasta la fecha. No contará Berizzo ni con Nolito, reservado para el Maribor (martes), ni con dos de sus mejores defensores: Kjaer y Escudero. Jugarán Lenglet y Carole. Casi segura es la participación de Muriel en la punta del ataque, así como el regreso a la titularidad de Banega, Franco Vázquez y Sarabia, los tres hombres que revolucionaron al Sevilla en la tramo final ante Las Palmas. Queda en duda saber si Berizzo dará descanso a N’Zonzi, indiscutible.

Simeone mantendrá la base de anteriores citas, aunque con una variación segura en el lateral derecho: Juanfran Torres será titular. Ese cambio, más la entrada de Carrasco por Nico Gaitán, serán las dos únicas novedades. Saúl, Koke y Thomas formarán el centro del campo y Filipe Luis se ha recuperado para el lateral zurdo. Partidazo entre rivales irreconciliables.