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Las cláusulas y el Sevilla

El Sevilla advierte que no negocia por Vitolo. En el pasado no siempre cumplió la promesa

08 jun 2017 / 22:36 h - Actualizado: 08 jun 2017 / 22:45 h.
"Sevilla FC","José Castro","Vitolo"
  • En grande, Vitolo posando para El Correo en la ciudad deportiva. / Inma Flores
    En grande, Vitolo posando para El Correo en la ciudad deportiva. / Inma Flores

El Sevilla lo tiene claro. Al menos en el discurso público: Vitolo no se vende. Los constantes rumores provenientes de Madrid acerca de las vueltas que el Atlético y el jugador le estarían dando al panorama para evitar la sanción de la FIFA y que el internacional sevillista recale en el club colchonero han provocado que el presidente del Sevilla saliera este jueves al paso de los mismos en la radio oficial del club: «Leo y escucho y me quedo perplejo a veces. La realidad es que Vitolo es un jugador al que renovamos en agosto y al que le quedan tres años más. Si Vitolo quiere irse y alguien lo quiere comprar hay una fórmula para hacerlo: ir a la Liga y depositar el importe de su cláusula de rescisión. Nosotros no queremos que se vaya, pero si él quiere esa es la fórmula, no vamos a negociar nada».

El mensaje oficial es claro, sobre todo teniendo en cuenta las presiones que desde diversos sectores recaen en la actual directiva del Sevilla sobre la inconveniencia de vender al máximo rival deportivo una nueva estrella del equipo. Ya el verano pasado el Atlético se llevó a Kevin Gameiro por menos dinero del que valía según su contrato. El Sevilla negoció pese a decir públicamente el presidente que «queremos que el jugador siga aquí con nosotros».

Lo que suceda ahora con Vitolo, con casi 40 millones de precio oficial, es una incógnita. El jugador tiene decidido que este es el año idóneo para dar el salto a un equipo de mayor capacidad económica. El Atlético, que además lucha por lo máximo a nivel deportivo, le ofrece en torno a cuatro millones de euros netos por temporada, algo inigualable por el Sevilla, que parece haber aprendido la lección de no facilitarle al rival reforzarse con sus propias estrellas.

Echando la vista atrás, comprobamos que no pocas veces desde el Sevilla se señalaba a las cláusulas de rescisión de los jugadores cuando algún equipo poderoso se interesaba en ellos. En la mayoría de los casos respondía a una táctica para sacar el mayor dinero posible en la venta, pero en otros la estrella de turno salió del Sevilla por el importe de indemnización reflejado en su contrato. El primero fue Sergio Ramos en 2005 al Real Madrid. Negociado o no, el caso es que el Sevilla recibió 27 millones. Más adelante fue el Barcelona quien dejó en Nervión los 14 millones que valía Seydou Keita (2008). Posteriormente el Mónaco hizo lo propio con Kondogbia (2013) y el Tottenham con Fazio (2014). Incluso se puede meter en el saco a los dos últimos entrenadores del Sevilla: Unai Emery (PSG) y Jorge Sampaoli (selección argentina).

El caso es que la situación económica es fantástica en el club de Nervión. Tiene que vender a una de sus estrellas de manera irremediable, como todos los veranos, pero la situación de fuerza es mayor y los condicionantes que rodean al deseo de Vitolo de cambiar el Sevilla por el Atlético enquistan aún más la posibilidad de que los dos clubes negocien. Además, la vigilancia de la FIFA sobre posibles artimañas legales del Atlético invitan a pensar en que la única manera segura de que la operación se pudiera llevar a cabo este verano es que el futbolista asuma, con el Mundial a la vista, que tendrá que estar sin jugar hasta enero de 2018. Un caso similar al que protagonizara Aleix Vidal con el Barcelona hace dos veranos y que dejó al exsevillista sin la pasada Eurocopa.

En todo caso, Vitolo, que ha renovado ya dos veces su contrato desde que aterrizara en 2013 en Nervión, es uno de los capitanes del Sevilla y desde el club se le quiere dar cariño también de forma pública. «Es un jugador extraordinario que siempre ha tenido un comportamiento extraordinario. Lo que queremos hacer es un equipo competitivo y que los mejores jugadores se queden aquí», advirtió Castro, que parece ser consciente de que es un verano decisivo a la hora de poder dar un salto cualitativo en poderío deportivo. Algo similar a lo que hiciera su antecesor, José María del Nido, cuando retuvo a Daniel Alves en el Sevilla casi contra su voluntad para terminar traspasándolo por unos 40 millones más adelante. La postura del Valencia con Parejo, objeto de deseo del propio Sevilla, es otro ejemplo de lo que pretende hacer esta vez Castro con una de estrellas, Vitolo.