Lenglet: el nuevo jefe de la defensa

La mejor noticia que está arrojando el Sevilla de Eduardo Berizzo en este albor de la temporada es su evidente mejoría en el rendimiento defensivo. Aunque el mérito es repartido entre todas las líneas, por las modificaciones tácticas diseñadas por el preparador argentino, inevitablemente las miradas se centran en la defensa. Óscar Arias, en su diseño de la plantilla, completó dos cambios de cromos, Simon Kjaer por Adil Rami y Sebastien Corchia por Mariano Ferreira, además de rellenar, tras varios bandazos, el hueco en el lateral zurdo con Lionel Carole. Por ahora, los números indican que el Sevilla defiende bien y que Sergio Rico mantiene su excelente nivel del curso pasado para achicar aguas cuando la retaguardia no es tan efectiva. Sin embargo, por encima de todos destaca un jugador: Clement Lenglet.

A medio camino entre los veteranos del equipo y los fichajes, el galo está emergiendo como el mejor central del equipo. A sus 22 años, el defensor francés, que llegó a Nervión el pasado mes de enero a cambio de algo más de cinco millones –fue el penúltimo fichaje del exdirector deportivo Monchi–, ha experimentado un esclarecedor crecimiento que lo sitúa actualmente como el líder indiscutible de la zaga.

Con Carriço lesionado de gravedad, Pareja renqueante de su maltrecho pubis –lo que le impide prácticamente jugar dos partidos seguidos– y Mercado actuando siempre de lateral diestro, Lenglet pasa por ser indiscutible en este Sevilla pese a las notables rotaciones que aplica Berizzo. Hasta la fecha, el francés es el tercer jugador más utilizado por el entrenador, sólo por detrás de Rico y N’Zonzi. Examinando sus datos, cada vez que ha actuado de pareja de Kjaer el equipo ha rendido de manera excelente en defensa: un solo gol encajado (el 1-1 de Leo Baptistao para el Espanyol en el Sánchez-Pizjuán). Son el danés y Lenglet la teórica pareja ideal de titulares, aunque la veteranía de Pareja y Carriço ha hecho que estos hayan adquirido protagonismo en no pocas citas hasta la fecha. «Kjaer es un jugador fuerte, alto y que va muy bien de cabeza. Tiene experiencia en otros campeonatos como el de Francia y Turquía. Creo que está bien para mí, me fijo mucho en él», comentó Lenglet nada más arrancar la competición.

Se da la curiosidad de que Berizzo, en sus constantes movimientos, ha probado a Lenglet tres veces con cada uno del resto de centrales: con Kjaer encajó ese solitario gol (un empate y dos victorias), con Carriço logró los mismos resultados pero encajó tres tantos y con Pareja recibió dos goles para ganar dos partidos y perder el del Wanda Metropolitano. Por su juventud y su proyección, la cotización del defensor galo se está disparando, hasta alcanzar actualmente casi el doble de lo que le costó al Sevilla hace nueve meses –el equipo nervionense, no obstante, lo tiene tasado en bastante más dinero–. De hecho, en el seno del club hispalense todas las voces coinciden en destacar lo centrado y maduro que muestra ser el jugador tanto en su faceta personal como en los terrenos de juego. Lenglet es uno de los futuribles para la selección francesa y lo sabe, aunque asume con naturalidad que en el tren actual no tiene cabida, por lo que se centra en confirmar el paso adelante que está dando en el Sevilla, el equipo menos goleado de la Liga –junto al Leganés– y que tiene un nuevo líder dispuesto a asumir con ambición el traspaso de poderes.