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Mircea Lucescu. / Efe
El rumano Mircea Lucescu, técnico del Shakhtar, reconoce que prefería enfrentarse al Liverpool en las semifinales de la Liga Europa y lamenta tener que disputar el partido de vuelta en Sevilla. «Me daba igual quién nos tocara en el sorteo. Todos los equipos son fuertes, aunque, posiblemente, por el juego que estamos mostrando nos resultaba más cómodo jugar contra el Liverpool», comenta.
«Todos los rivales eran igual de complicados. Y ahora lo es incluso un poco más porque jugamos la ida en casa. Hace nueve años, el Sevilla se clasificó gracias a la suerte y a la inspiración de Palop. Quedaban 10 segundos por jugar y nosotros estábamos clasificados. Pero ya no pienso más en aquel partido, porque el Sevilla ya no tiene el mismo equipo. Creo que ya no queda ningún jugador de los de entonces. Trataremos de vengarnos, pero será muy complicado», afirma.
Lucescu considera que «con los equipos españoles es más difícil, ya que juegan el mismo fútbol técnico que nosotros». «Por supuesto: preferíamos jugar la vuelta en casa, ya que así conoceríamos mejor el potencial del rival. Normalmente, en el primer partido los equipos aún no se conocen bien y hay cierta tensión», apuntó.
El técnico opina que ese factor «quizás sea una ventaja para el Sevilla», del que destacó que «es un equipo que apuesta año tras año por la Liga Europa». «Ellos prácticamente no tienen posibilidades de ganar la Liga española, por eso se concentran en las competiciones europeas. Digamos que la Liga Europa es su torneo. No es casualidad que el Sevilla la ganara dos veces seguidas», comentó.
También lamentó que antes de enfrentarse al Sevilla su equipo deba jugar contra su máximo rival, el Dinamo Kiev, partido crucial para decidir quién se alzará con el título de liga en Ucrania. «Por eso, hay que pensar en recuperar a los futbolistas para que estén bien preparados para los tres partidos», comentó.
Por su parte, el director general del Shakhtar, Serguéi Palkin, recordó la dolorosa derrota sufrida en 2007 a manos del Sevilla gracias a un legendario gol de córner marcado por el portero sevillista, Palop.
«Entonces perdimos porque ellos tenían un portero muy bueno. Palop, que marcó en los últimos segundos del partido. Desde entonces sé que cuando el portero acude a rematar un córner es algo muy peligroso. Pero ahora Palop ya no está en el Sevilla, así que esperemos que en ese aspecto nos sea más fácil», dijo.
El Shakhtar, que se alzó con la última edición de la Copa de la UEFA en 2009 al derrotar en la final al Werder Bremen, se clasificó brillantemente para las semifinales de la Liga Europa al derrotar en casa al Braga (4-0).
En cambio, en la liga ucraniana ha sufrido un bajón en las últimas semanas, lo que ha aprovechado el Dinamo para encaramarse al primer lugar de la clasificación, con cinco puntos de ventaja sobre los mineros.
Desde hace dos temporadas, el Shakhtar juega sus encuentros ligueros e internacionales en Lvov, ciudad del oeste de Ucrania, donde reina la paz y que se encuentra al otro extremo del escenario de la sublevación armada prorrusa.
El problema para el equipo ucraniano no es el estadio, ya que fue construido para la Eurocopa que Ucrania y Polonia acogieron en 2012, sino la frialdad de las gradas, ya que el Shakhtar no cuenta con muchos seguidores entre los ucranianos del oeste.
El hombre más rico de Ucrania y propietario del Shakhtar, Rinat Ajmétov, no ha abandonado al equipo a su suerte durante el conflicto, pero sí ha reducido el gasto en fichajes, por lo que ahora la plantilla cuenta con menos estrellas brasileñas que antaño.