No fue este domingo el mejor día de Vincenzo Montella como entrenador del Sevilla, ya que recibió su tercera manita en contra en dos meses. «Hemos hecho una primera parte de alto nivel contra un adversario fuerte, pero cuando no se traduce en goles ese adversario fuerte te lo hace pagar. Estábamos haciendo un gran esfuerzo pero los dos primeros goles de ellos, por fallo nuestro y un golazo de Griezzman, nos hicieron perder la confianza y dejamos de ser un equipo compacto. La primera media hora fue lo mejor desde que llegué, pero todo se torció después con la lesión de un jugador como Navas, que fue una pérdida importante porque su temporada está siendo espléndida. Esos cuatro jugadores atrás juntos no encajan goles, lo notamos. Hay que pensar en el siguiente partido y recuperar la confianza», reflexionó el italiano.

El preparador sevillista aceptó que el Sevilla tiene poca pegada y justificó sus pocas modificaciones: «Yo miro y si puedo mejorar al equipo cambio, pero no cambiaré por cambiar. Debemos mejorar la eficacia, la finalización, porque estamos teniendo muchas ocasiones y no las metemos. Perdimos la confianza por fallar ocasiones y ver que ellos no lo hacían. Es un aspecto que también hay que mejorar, no perder la confianza durante un mismo partido. Hoy, además, concedimos mucho atrás. Cuando son errores individuales me fastidia pero no es como ver al equipo mal en general, eso me enfadaría más. Estas cosas pasan y me ha alegrado ver el orgullo mostrado al final, sostenido por la grada, que ha estado espectacular».