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Krychowiak. con máscara, ante el Real Madrid. / Efe
Cuando Monchi fichó a Grzegorz Krychowiak, fichó a algo más que un futbolista. El internacional polaco no sólo es uno de los jugadores más destacados de la temporada en el balompié español sino, también, una auténtica fuente de energía para el Sevilla. Su implicación es tal que no ha tardado en convertirle en uno de los jugadores más valorados y apreciados en Nervión.
Podrían enumerarse muchos hechos que confirman su compromiso con este Sevilla. El último se vio el pasado sábado ante el Real Madrid. Krychowiak chocó violentamente con Sergio Ramos en un salto y salió malparado. Tanto que sufre una fractura de los huesos propios de la nariz, según revelaron las pruebas practicadas en las últimas horas. El centrocampista será examinado este lunes por un otorrino, aunque en principio se le diseñará una máscara protectora a medida para que pueda seguir compitiendo lo que resta de temporada.
Krychowiak chocó con Sergio Ramos poco antes de cumplirse la media hora de partido. El brutal impacto le provocó la citada fractura de huesos y una hemorragia, por lo que tuvo que ser atendido en la banda durante ocho minutos. Pese a la lesión, el internacional polaco no quiso ser sustituido. Dejó de lado el dolor y siguió jugando con esa fractura de los huesos propios de la nariz, únicamente protegida por una máscara en la segunda parte.
Ni el dolor ni el 0-2 que campeaba en el marcador cuando regresó al campo tras ser atendido pudieron con él, con su determinación... Ya lo dijo Unai Emery tras el encuentro en sala de prensa: “Otros no habrían seguido jugando”.
DE OTRA PASTA. Krychowiak quiere ayudar al equipo como sea en estas últimas semanas de competición. “Nariz rota, pero puedo terminar la temporada. Ganar la Europa League y terminar en zona Champions , mis objetivos”, escribía en su cuenta oficial de Twitter. Sus palabras reflejan perfectamente su deseo, y éste no es otro que seguir siendo una pieza importante para el Sevilla en su intento de acabar entre los cuatro primeros y conquistar un nuevo título.
Krychowiak demuestra así una vez más su profesionalidad. Una profesionalidad que le ha llevado a hablar castellano en tiempo récord, a convertirse en uno de los mejores jugadores del equipo, en uno de los más queridos por la afición y en una referencia dentro del vestuario. El polaco piensa luchar hasta el final, y como sea, por la Champions y la Europa League. Así es él.