Sevilla-Valencia: dos crisis inesperadas

Emery y Nuno despiertan cada vez más dudas en los banquillos

27 nov 2015 / 13:04 h - Actualizado: 28 nov 2015 / 13:13 h.
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  • El defensa argentino del Valencia Nicolás Otamendi (i) y el francés Kevin Gameiro (d), del Sevilla, durante un partido de la pasada temporada entre ambos equipos. / EFE
    El defensa argentino del Valencia Nicolás Otamendi (i) y el francés Kevin Gameiro (d), del Sevilla, durante un partido de la pasada temporada entre ambos equipos. / EFE

Las aficiones del Sevilla y del Valencia dejan a un lado, en estos días previos al enfrentamiento del domingo, su extraña rivalidad surgida hace dos o tres años para centrar toda su ira en los dos entrenadores. Contra todo pronóstico (en Nervión y en Mestalla se rayaba una especie de éxtasis de ilusión en verano) el Sevilla y el Valencia andan en crisis de resultados y de juego y Unai Emery y Nuno son los principales culpables para las dos hinchadas, más allá de los fichajes y desfichajes en un caso y de la sombra de Peter Lim y Jorge Mendes en otro.

Con los sevillistas undécimos en la Liga, eliminados de la Champions y con serias dificultades para acceder a la Europa League, la desilusión se ha instalado en Nervión, donde además se asiste a una guerra accionarial un tanto esperpéntica. Por el Turia las cosas no andan mucho mejor. Al Valencia de Nuno le rodean los problemas: una de sus estrellas permanece castigado (Negredo), Mestalla le pide al entrenador que se vaya casi desde la jornada uno, los líos institucionales y económicos, con Peter Lim a la cabeza, siguen flotando en el aire, y todo aderezado con la figura omnipresente de Jorge Mendes, representante de casi todos en el Valencia y a quien muchos les atribuyen las riendas del conjunto che, que es séptimo, con cuatro puntos más que el Sevilla.

Los dos son rivales por regresar el curso que viene a la Champions League, a la que accedieron la temporada pasada gracias al cuarto puesto valencianista y a la cuarta Europa League lograda por los sevillistas. Mientras el año pasado el pulso entre ambos fue durísimo (hasta solventarse por un solo punto) y siempre en las alturas, este año, ya casi en diciembre, ninguno está en territorio europeo.

El del domingo debe ser un partido clave, para el goal average particular y para el crédito de dos entrenadores señalados. El Sevilla sí responde en su estadio, donde ha dado buena cuenta de Real Madrid y Barcelona, donde afina un poco más su puntería y donde sí muestra una garra y competitividad que nunca echa en la maleta cuando viaja fuera. El Valencia flojea lejos de Mestalla, aunque viene de endosarle una manita al alabadísimo Celta (1-5). Dos crisis de las que no se sale ganando el domingo, pero dos crisis que pueden empezar a ser crónicas con una debacle en el Sánchez-Pizjuán. Es lo que tiene la ambición y la exigencia del Sevilla y del Valencia.