Sin perdón para N’Zonzi

El Sevilla no recurrirá ante la UEFA ni ante la RFEF para la final de la Copa

11 mar 2016 / 11:30 h - Actualizado: 11 mar 2016 / 11:48 h.
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  • N’Zonzi se retira de La Rosaleda tras ser expulsado en la primera jornada de la Liga. / Efe
    N’Zonzi se retira de La Rosaleda tras ser expulsado en la primera jornada de la Liga. / Efe

Steven N’Zonzi pasa por ser uno de los jugadores más en forma del Sevilla en estos momentos. Titular indiscutible para Emery, el centrocampista francés está teniendo algunos problemas con los árbitros a cuenta de su manera de jugar y su físico. Este jueves fue expulsado en Basilea por dos acciones aparentemente injustas. Primero vio una amarilla tras un piscinazo de un rival y después otra por dar con el brazo en el rostro de un rival, bastante más bajo que el sevillista. Es éste precisamente el problema que denuncian en el Sevilla. N’Zonzi mide 195 centímetros y sus brazos suelen estar a la altura de muchos centrocampistas rivales, por lo que en muchas acciones pueden repetirse estas interpretaciones arbitrales. «La roja ha sido increíble, los jugadores rivales aprovechan mi altura para simular, los árbitros tienen que entender que soy más alto que la mayoría de los rivales», decía en Basilea el futbolista.

Lo cierto es que el jugador del Sevilla anda desesperado y no entiende cómo los árbitros le castigan tanto. Ya en su debut en España fue expulsado en Málaga muy rigurosamente. Pero, sin duda, las dos sanciones que más le han molestado son esta en Europa, debido a la trascendencia del partido de vuelta ante el Basilea, y por supuesto la final de la Copa del Rey, que se perderá tras ser expulsado en Vigo en la semifinal ante el Celta. En aquella ocasión, el colegiado valenciano Martínez Munuera le sancionó con cartulina amarilla tras una acción en la que no se apreció siquiera falta del francés, que tras el partido fue a pedirle explicaciones al colegiado, viendo una segunda amarilla definitiva. El Sevilla decidió no recurrir ante el Comité de Competición de la RFEF (sí lo hubiera hecho si sólo hubiese visto la primera amarilla, que también acarreaba sanción) ni tampoco lo hará ahora ante la UEFA que, pese a que la televisión deja en evidencia muchas veces las decisiones arbitrales, muy pocas veces hace caso a los recursos de los equipos.