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Franco Vázquez, Nzonzi y Banega, protagonistas estelares de un Sevilla que se juega mucho. / Manuel Gómez
El Sevilla afronta en los próximos días dos de los partidos más determinantes de la temporada. Valencia y Manchester United son los rivales a los que deberá superar para seguir con opciones de acabar la Liga entre los cuatro primeros y hacer historia en la máxima competición continental, respectivamente. Por ello, sólo dando el nivel más alto posible tendrá opciones el conjunto de Vincenzo Montella ante estos dos duros adversarios.
Gran parte de las opciones pasarán por el papel que realicen tres futbolistas que el pasado sábado ratificaron su brillante momento y el peso específico que tienen en este Sevilla formando un tridente temible: Éver Banega, Steven Nzonzi y Franco Vázquez. Para Montella son auténticos pilares y el técnico sabe que es ahora cuando deben tirar del carro con más fuerza que nunca.
Banega regresó al Sevilla tras una breve etapa en el Inter para erigirse de nuevo en el director de orquesta de un equipo en el que ha encontrado esa hábitat necesario para brillar con luz propia. En la presente campaña lleva 38 partidos disputados, 4 goles y 5 asistencias, y es, posiblemente, el futbolista más imprescindible del plantel.
Por su parte, Nzonzi ha pasado de tener medio pie fuera del Sevilla tras su enfrentamiento con Eduardo Berizzo a recuperar ese status de jugador indiscutible. El internacional francés de nuevo cuño lleva 31 partidos jugados y una asistencia hasta el momento.
Mientras, Franco Vázquez se ha convertido en otra pieza clave del esquema de Montella. El italiano le ha dado confianza para sacar a relucir la enorme calidad que atesora y el futbolista está respondiendo con creces. Treinta partidos, 4 goles y 7 asistencias es su bagaje en lo que va de curso.
Con todo, más que por sus números estos tres jugadores destacan por su influencia en el juego del equipo. Juntos son capaces de hacer mucho daño al rival cuando tienen la pelota. Así, mientras Banega impone el tempo de juego y dirige, Nzonzi ayuda sacando el balón desde atrás y hace inútil la presión rival con su colocación y acierto en el pase. Junto a ellos, Franco Vázquez saca su talento para crear fútbol de muchos kilates y ayudar al equipo con mucha más consistencia que antes.
Con ellos sobre el césped la afición disfruta de su equipo y nada ni nadie podrá impedirle soñar con llegar lejos si el resto de integrantes del plantel está en consonancia con ese altísimo nivel.