Y pese a todo, histórico

El Sevilla está resistiendo todo tipo de embistes en los últimos tres meses de la temporada. Una campaña que empezó con ilusiones renovadas, que continúo a base de resultados catapultando el optimismo hasta hablar de la Liga, pero que se torció durante las últimas semanas del invierno hasta quedarse sin Champions y sin tercer puesto un Sevilla que se despidió nada menos que de Monchi, que se divorció de los Biris Norte y cuya relación con Jorge Sampaoli está en vías de separación. Unos meses que han afeado una temporada que, pese a todo, puede y debe acabar con tintes positivos: la clasificación para la próxima Liga de Campeones. Y visto que el equipo parece, aunque lentamente, recuperar sus señas de identidad, queda fijado un objetivo común que, de cumplirse, elevaría considerablemente la nota final: el récord histórico de puntos en la Liga.

Lo tiene el Sevilla de Unai Emery en la temporada 2014-15: 76 puntos merced a 23 victorias, 7 empates y 8 derrotas. El Sevilla de Sampaoli, tras este tremendo bache de resultados, queda con 62 puntos a falta de 18 en juego. Tendría que sumar 14 para igualarlo, es decir, darle continuidad a la mejoría exhibida en las últimas semanas y convertirla en una racha bastante loable. De acercarse a esos registros, además, el Sevilla podría soñar con incordiar al Atlético de Madrid en la tercera posición. Ahora mismo los colchoneros tienen cuatro puntos de ventaja respecto al equipo de Nervión –los tres que le lleva numéricamente y el goal average particular–. Dos partidos de ventaja que pueden no ser definitivos si, además de confirmar su mejoría los blanquirrojos, se distraen con la Champions los rojiblancos. El Atlético, tras una primera vuelta irregular, ha despertado justo cuando el Sevilla cayó en picado, anulando una ventaja que llegó acercarse a la decena de puntos.

El de Sampaoli es el segundo mejor Sevilla de la historia a estas alturas, precisamente por detrás sólo del de hace dos temporadas, el del récord. Aunque parezcan demasiados esos 14 puntos que debería firmar el actual para igualar los 76 de hace dos años, el calendario que le resta a los de Sampaoli es bastante asequible e invita al optimismo. Por orden: Granada y Celta en casa, Málaga fuera, Real Sociedad en casa, Real Madrid fuera y Osasuna en Nervión. Con cuatro de seis choques en el Sánchez-Pizjuán, el peligro real de que el Villarreal ponga en duda la cuarta plaza no parece ser serio y, en función de cómo se desenvuelva el Atlético, habrá más o menos opciones de finalizar tercero.

Sólo así podría endulzar el Sevilla una temporada torcida en marzo y con demasiadas polémicas alrededor del fútbol. Sólo así podrá despedirse sonriente un Sampaoli que tenía engatusados a todos y cuyos resultados son realmente mucho más positivos que las sensaciones que va a dejar al final.