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Planta solar que Abengoa construyó en Sanlúcar la Mayor. / Pepo Herrera
El plan de reestructuración que Abengoa anunció hace un mes empieza a materializarse y hoy mismo la multinacional sevillana ha anunciado que firmó un préstamo por 211 millones de dólares (unos 189 millones de euros) respaldado con acciones de Atlántica Yield (antes Abengoa Yield).
Este crédito se destinará a refinanciar las deudas derivadas del préstamo que suscribió con Talos en octubre de 2015 por 130 millones de dólares (unos 116 millones de euros), así como a las necesidades generales de la sociedad y de sus filiales, según ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), a la que también comunicó que no ha adoptado todavía ninguna decisión sobre el sistema para unificar sus acciones A y B, respondiendo así a algunas noticias aparecidas en medios de comunicación.
En cuanto al nuevo préstamo, Abengoa otorgará una prenda sobre 16 millones de acciones ordinarias propias de Atlántica Yield en garantía del préstamo y del cumplimiento de las obligaciones derivadas. Los prestamistas son Arvo Investment, CCP Credit Acquisition, Lajedosa Investments, OCM Luxembourg ABG Debt, Potter Netherlands y SPV Capital Fundind Luxembourg.
El contrato, que se regirá por la ley inglesa, requiere que Abengoa Concessions Investments mantenga el ratio loan to value en no más del 80 por ciento, mientras que el interés anual de esta línea de crédito será igual al resultado de sumar al Libor un 12,5 por ciento, mientras que el interés de demora será el resultante de sumar el 5 por ciento a la mencionada tasa de interés. La fecha de vencimiento del préstamo es el 18 de septiembre de 2017, siempre y cuando antes del próximo 29 de marzo el vecimiento de los préstamos de septiembre, diciembre y marzo se prorroguen hasta dicha fecha. De no producirse ninguna de las prórrogas anteriores, la fecha de vencimiento será el 29 de marzo de 2017, según la información que Abengoa remitió a la CNMV.
Por otro lado, Abengoa está estudiando la propuesta para integrar en una única clase las acciones A y B, sin que a día de hoy haya adoptado “ninguna decisión al respecto” sobre cómo será el sistema para unificarlas. En un hecho relevante a la CNMV, el grupo indica que, según los acuerdos de reestructuración de agosto, este cambio se deberá someter a los accionistas en junta. Para eso está estudiando la propuesta que deberá someterse a la aprobación de los accionistas en la junta, “sin que el consejo de administración haya adoptado a la fecha ninguna decisión”.
Según El Confidencial, la compañía trabaja con un planteamiento de permuta de dos acciones B por una A, lo que lógicamente favorecerá a los propietarios de estas últimas, que básicamente son los socios históricos de la entidad y entre los que figura la familia Benjumea.