El fútbol es un deporte de ideas y de errores. Tanto es así que lo que muchas veces ha condenado al Mallorca hoy le socorrió. Y para algunos contra todo pronóstico. Los bermellones, conscientes de la situación en la que se encuentran, comenzaron muy enchufados y pronto se hicieron dueños de un dominio territorial sustentado en la pareja que formaron Culio y Vallejo. El 1-4-2-3-1 de los baleares controló la furia nervionense y neutralizó el juego entre líneas que comandan Lasso e Ivi, hasta el punto de no vislumbrar el área.

El Sevilla Atlético estaba errático. Apático. Por su parte, los de Sergi Barjuan compraron su abono en el área, pero la última bala brillaba por su ausencia. Todo tan monótono en la primera media hora como irregular sería en el último tercio: el gol de Brandon, de penalti, ponía por delante al Mallorca, hecho que parecía ser el punto de inflexión para los chavales de Diego Martínez, que no estaban dispuestos a esconderse ante las adversidades que habían aparecido en el capítulo final. Acabó volcado el filial sevillista, pero el marcador plasmaba la mayoritaria superioridad del conjunto balear. Una derrota, la segunda seguida, ante equipos de la zona roja que sella pasaporte directo hacia el infierno de la Segunda División B.

Empezó la segunda parte y en los primeros cinco minutos el cuadro de Nervión fue capaz de generar más peligro –y lanzar más a puerta, algo muy sencillo– que en los primeros 45’. Cuando la mejoría era evidente y el gol del B era sólo cuestión de tiempo, o eso debieron pensar los hombres de Diego Martínez, el visitante Moutinho se sacó un misil teledirigido hacia la escuadra para abrir la brecha en el marcador.

El 0-2 ponía margen suficiente para que la tranquilidad se instalase en el banquillo del Mallorca. Era proporcionalmente directa la ambición del Sevilla Atlético como el manejo de los insulares. La disyuntiva quedó plasmada en unos minutos locos: Ivi recortó distancias tras el mazazo y justo después Moutinho, en un mano a mano, volvía a situar la diferencia en dos goles. Se suele decir que tras la tormenta viene la calma, y eso pasó. Muchos minutos sin sobresaltos en el Pizjuán. Hasta que, de nuevo, abre paso la tormenta: gol de penalti de Ivi que convirtió el final de partido en una sucesión de minutos vibrantes que no hicieron más que certificar el 2-3, la segunda derrota del B como local y el imperativo para ambos de ganar en lo que queda para disfrutar un año más de la división de plata.

Ficha técnica:

Sevilla Atlético: Churripi, David Carmona, Matos, Diego González (Álex Muñoz 68’), Bernardo Cruz, Borja Lasso, Ivi, Yan Eteki (Cotán 58’), Fede San Emeterio, Marc Gual y Pozo (Carrillo 68’).

RCD Mallorca: Santamaría, Oriol, Álex Vallejo, Brandon, Lago Junior (Pol Roigé 74’), Culio (Sasa 71’), Moutinho (Lekic 80’), Campabadal, Héctor Yuste, Pleguezuelo y Angeliño.

Goles: 0-1 Brandon (31’). 0-2 Moutinho (54’). 1-2 Ivi (56’). 1-3 Moutinho (63’). 2-3 Ivi (84’).

Árbitro: De la Fuente Ramos (Castilla y León). Amarilla a los locales Fede San Emeterio y Bernardo Cruz; y a los visitantes Lago Junior, Culio, Oriol, Álex Vallejo y Pol Roigé.

Incidencias: 2.264 espectadores en el Sánchez-Pizjuán. Reducida presencia de aficionados visitantes. Césped en excelentes condiciones.