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Elevado a la categoría de héroe (1-0)

Tomás Romero brilla con luz propia para guiar al Castilleja hacia el triunfo. Estéril dominio de un fatigado y ambicioso Betis B. Titi, el goleador. El arquero del once anfitrión firmó siete intervenciones decisivas para evitar las tablas.

28 ago 2016 / 18:36 h - Actualizado: 28 ago 2016 / 18:41 h.
"Tercera División","Real Betis B","Castilleja CF","José Juan Romero"
  • El delantero heliopolitano Loren trata de batir a Tomás Romero, soberbio de principio a fin. / Inma Flores
    El delantero heliopolitano Loren trata de batir a Tomás Romero, soberbio de principio a fin. / Inma Flores
  • Panorámica de la grada principal del Antonio Almendro. / Inma Flores
    Panorámica de la grada principal del Antonio Almendro. / Inma Flores

El guardameta Tomás Romero fue en julio el fichaje estrella del Castilleja de José Antonio Granja, el hombre que contagia su fe. El cancerbero asumió el reto de liderar la operación renove de un plantel que, con el corazón a mil pulsaciones, se cobró las esperanzas de un Real Betis B con clase, jerarquía, personalidad y hasta suficiencia hasta que el depósito de la gasolina activó la señal de alarma. El sol, a ratos un infierno, abrasó el talento de un filial que pretende adaptarse a la jungla de Tercera División a la velocidad de la luz.

De inicio, Granja dispuso un 1-4-1-4-1 con Quesada, un ‘9’ con silueta de tipo rudo, de pivote y Titi, un chico de la vieja guardia, en la definición. José Juan Romero, que sonríe en la adversidad, apostó por un 1-4-3-3 con Narváez, Loren y Beka en la vanguardia. Kiki congeló el alma de los anfitriones cuando estrelló el balón en la madera en su primera incursión en zona enemiga. El filial triangulaba con paciencia en plena ráfaga de mensajes cuando Viñolo, de corazón bético y criado en la factoría de Los Bermejales, se desplomó en el área por un derribo de Júnior. El árbitro, enérgico, señaló el punto fatídico. Titi, con sangre fría, fusiló a De la Calzada.

El B reaccionó con rapidez. Kiki, el cerebro, se alió con David Hinojosa, el enganche perfecto, y De la Hoz, el sacrificio personificado, para potabilizar el fútbol creativo en territorio inhóspito. Y ahí fue donde emergió la figura de Tomás Romero para, con sus guantes impolutos y su casaca naranja, evitar el ataque de madrugada. Primero impidió el gol de Narváez con una acción felina a ras de césped y, sin tiempo para digerir la amenaza, repitió baile ante el colombiano tras un servicio milimétrico de Loren. Con el ecuador agotado, el plantel de Los Bermejales insistió. El palo y el larguero se aliaron con Tomás Romero para abortar un doble conato de José Carlos, el último ataque furtivo antes de que Baena Acal, bien auxiliado, señalara el final del tiempo reglamentario.

En el tiempo de consignas, Granja sacrificó a Viñolo, talento natural con sed de crecimiento, para recurrir a Sergio, más sacrificio que latigazos. Sin embargo, su hombre milagro fue Tomás Romero, definitivamente de un planeta diferente al del fútbol de jornal y sueldos de cientos de euros cuando mantuvo el aliento en un tiro de gracia de Júnior que fue capaz de soportar con la yema de los dedos. Loren, con amortiguadores en el pecho para conservar el cuero entre zorros heridos, y Beka, al que venció en la muerte súbita un providencial Quino, insistieron sin fortuna ni acierto.

Ya con Plata en el césped y el termómetro a mil revoluciones, el Casti recuperó la musculatura y porfió sus opciones de éxito al orden defensivo, su filosofía de vida, y al acierto a la contra. El propio Plata respondió con fidelidad a la misión y se fajó con su tallaje con la corpulencia de Pozo, el único central cuando José Juan Romero ordenó el ataque final. Pero ya por entonces Tomás Romero era un héroe.

Ficha técnica:

Castilleja CF: Tomás Romero, David González, Quino, Jaime, Juan, Relaño, Viñolo (Sergio 45’), Quesada, Titi (Plata 70’), Carlos y Peli (Álvaro 60’).

Real Betis B: De la Calzada, Juanjo, Júnior, Pozo, César de la Hoz, José Carlos (Juli 79’), Beka, David Hinojosa, Kiki (Edu Brenes 64’), Narváez y Loren.

Gol: 1-0 Titi, de penalti (15’).

Árbitro: Baena Acal (Cádiz). Amarilla a los locales Tomás Romero, Jaime y Carlos; y a los visitantes Juanjo, Júnior, Pozo, José Carlos, David Hinojosa, Narváez y Loren.

Incidencias: 600 espectadores en el Antonio Almendro. Nutrida presencia de aficionados visitantes.