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Fermín, un cerrojo para La Murta

El meta del Écija Balompié asume el reto del ascenso a Segunda División B, una Liga en la que no logró debutar a causa de una operación de hombro. El de Albaida ha logrado escalar a Tercera División en dos ocasiones.

21 jun 2017 / 14:28 h - Actualizado: 21 jun 2017 / 14:33 h.
"Écija Balompié","Ascenso a Segunda B"
  • El meta del Écija Balompié, Fermín, ataja un balón aéreo en el Ciudad de Lucena. / Minuto 90
    El meta del Écija Balompié, Fermín, ataja un balón aéreo en el Ciudad de Lucena. / Minuto 90

Es uno de los nombres propios del Écija Balompié de Juan Carlos Gómez. El guardameta Fermín García Sánchez, Fermín (Albaida del Aljarafe, 2-10-1992), se ha consagrado como uno de los referentes de la escuadra de San Pablo, con la que tratará de conquistar el primer ascenso a Segunda División B de su carrera. En La Murta y ante el Olímpic de Xátiva. El arquero buscará cobrarse una deuda pendiente con el destino, en cuyo libro de aventuras escribió una nueva peripecia en el verano de 2014. Después de brillar con luz propia en el Gerena de José Juan Romero, el cancerbero se comprometió entonces con La Hoya Lorca, en aquel momento en el torneo de bronce del fútbol patrio.

El portero Raúl Moreno, un trotamundos que aterrizó en el Artés Carrasco después de haber sido un tipo contrastado en el panorama nacional gracias a su periplo en el Valencia, la Cultural Leonesa, el Salamanca o el Leganés, era su profesor. Pero, de repente, se interpuso en su anhelo una grave lesión de hombro. Una luxación que originó siete meses de reposo. El final de la inactividad cerró un período de dudas e incertidumbre en la soledad de una sala de recuperación.

Ya en el verano de 2015, el Écija Balompié, entonces gobernado por una junta gestora que presidía Esteban Molina, pujó por su fichaje, que se cerró en unos días. Y el 23 de agosto de 2015, Fermín se calzó los guantes en un partido oficial un año después. En el bloque astigitano ha asumido un papel relevante. Su anhelo es conquistar el ascenso a Segunda División B, la categoría que robó litros de tinta a su libro de aventuras un tórrido verano. Ahora, dos años después de aquella dolorosa intervención quirúrgica, afronta el mayor reto de su vida. Su aval es el trabajo en silencio y el recuerdo de los dos asaltos a Tercera División con las camisetas del Gerena y Cabecense. Un aperitivo de cine antes de convertirse en un héroe en San Pablo.