«Sáiz me dijo que no correría hasta que perdiese cuatro kilos»

El carmonés Rodríguez Alcalá ‘cuelga’ la bici ante las presiones de su equipo

30 ene 2017 / 23:26 h - Actualizado: 30 ene 2017 / 23:33 h.
"Ciclismo"
  • José María Rodríguez Alcalá disputa una carrera durante la campaña 2016, con los colores del Aldro Team. / El Correo
    José María Rodríguez Alcalá disputa una carrera durante la campaña 2016, con los colores del Aldro Team. / El Correo

El carmonés José María Rodríguez Alcalá, prometedor ciclista de apenas 23 años recién cumplidos –el pasado día 22– y llamado a convertirse en profesional tomando el relevo de sus paisanos Javier Ramírez Abeja –su mentor– y Jesús Rosendo, sorprendía a principios de año al anunciar una decisión, la de abandonar el ciclismo, que llevaba meditando unas semanas. Y tomada después de acudir a Torrelavega para la concentración de pretemporada con el Aldro Team, la escuadra de Manolo Sáiz con la que iba a disputar su segunda campaña consecutiva.

—¿Qué te ha llevado a tomar tan drástica decisión?

—La verdad es que había empezado a entrenar en el gimnasio, pero veía que no tenía las ganas de otros años. Y cuando subí para la concentración, lo primero que me dijo Manolo es que hasta que no estuviera por debajo de 61,5 kilos (había llegado a Cantabria con un peso de 65,5) no iba a dejarme correr.

—Y entonces explotaste...

—Pues sí. La temporada 2016 la acabé saturado, sobre todo psicológicamente. Te exigen estar en tu mínimo peso toda la temporada y eso requiere muchísimos sacrificios. Llegué a estar en 59,5 kilos, y eso para alguien que mide 1,81 metros es mucha tela.

—¿Te notabas falto de fuerzas por esa delgadez?

—En las carreras iba más o menos bien, pero pasé mucha hambre todo el año. Eso lo puede hacer uno en ciertos periodos para preparar una vuelta, a lo mejor durante dos o tres semanas puedes intentar rebajar tu peso, pero todo el año así es demasiado.

—Pero esa fijación con el peso, ¿era algo personal?

—No, a todos los corredores se nos insistía continuamente en el tema del peso y en algunos casos más que a mí.

—El equipo no terminó de rendir lo esperado, ¿verdad?

—Así es. Sólo conseguimos cinco victorias, que son muy pocas viendo que hicimos alrededor de 30 podios. Manolo nos recriminó con razón que muchos íbamos a lo nuestro y no nos sacrificábamos por los compañeros. Yo por supuesto me di por aludido. Está muy bien eso de ayudarse y demás, pero a la hora de la verdad cada uno busca su resultado porque al final el que pasa a profesionales es el que más carreras gana; lo demás no se valora.

—¿Estuviste a gusto en el equipo la pasada campaña?

—Sí, he estado a gusto en el equipo y he disfrutado mucho. Además, tengo que decir que tanto David [Etxebarria] como Manolo se portaron fenomenal cuando sufrí el accidente en Italia. Estuvieron cinco días conmigo en el hospital. Lo que pasa es que si no tienes la motivación necesaria para hacer tantos sacrificios que requiere el ciclismo a este nivel es difícil cuidarte y darlo todo.

—¿Y cómo se lo han tomado?

—Primero llamé a Ramírez Abeja, que es la persona que más me ha ayudado, y me dijo que si lo tenía claro, adelante. La verdad es que Manolo se sorprendió, pienso que no se lo esperaba. Pero creo que ya lo ha entendido.

—Si el problema es la presión que hay en el equipo, ¿por qué no cambias de aires?

—Pues porque pienso que a día de hoy las únicas vías para pasar a profesionales son Caja Rural [cabe recordar que ya militó en su equipo filial en 2015] y Manolo. Porque estoy convencido de que en 2018 sacará equipo profesional. Pero hacer tantos sacrificios no me compensa.

SU PLAN: DISFRUTAR CON LA BTT

Alcalá, como se le conoce en el pelotón, no dejará la bicicleta del todo: «Ahora me lo tomo con hobby, haré maratones de BTT para disfrutar. No me arrepiento de mi decisión y no echo de menos la bici en el sentido de la competición», remarca el carmonés, que lo deja tras siete temporadas: una en cadetes (en el Fermasa granadino), dos en juveniles (Andalucía) y cuatro en sub 23 (Cajamar, Seguros Bilbao, Caja Rural y Aldro).