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Antonio Gutiérrez Limones, alcalde en funciones de Alcalá de Guadaíra. / J.M.Espino
Tan sólo un día después de que el PSOE de Alcalá de Guadaíra pusiese sobre la mesa 12 propuestas para acabar con el «cambalache partidario» que se barrunta, cuatro de las cinco fuerzas de la oposición acercaron posturas para desbancarlo de la Alcaldía. Porque de la reunión que mantuvieron ayer el PP, IU-AA, PA, Ciudadanos y Alcalá Puede se desprende un «gobierno de concentración» que acabe con las dos décadas de Antonio Gutiérrez Limones al frente del Ayuntamiento y que busca «regenerar la ciudad».
Durante el encuentro, se pusieron sobre la mesa «ideas programáticas» que tienen en común las distintas fuerzas, según manifestó la portavoz andalucista, Lola Aquino, y que incluyen entre otros la auditoría completa del consistorio y sus sociedades dependientes, la creación de empleo o las políticas sociales.
En principio, se ha apostado por la candidata de IU-AA, María Fernández, como cabeza visible de este proyecto de consenso dado que, a pesar de ser la cuarta fuerza en votos, ella no procede como tal de un partido político –Fernández es activista del 15M de la ciudad y pertenece al movimiento Alternativa Alcalareña– y con la intención de lograr una «estabilidad y un trabajo conjunto», condiciones que, según Fernández, IU-AA ha puesto sobre la mesa para encabezar el proyecto. Eso sí, todas se encuentran a expensas de que Alcalá Puede, que logró cuatro concejales y que tendría la llave de este gobierno tan plural –hay que recordar que el PP obtuvo cinco, IU-AA tres y PA y Ciudadanos dos cada uno–, decida posicionarse, ya que su intención desde el principio ha sido que sea su candidata, Jessica Garrote, la que ostente la Alcaldía en caso de pacto. De hecho, las cuatro fuerzas –mediante un comunicado conjunto– animaron ayer a la formación avalada por Podemos a «sumarse a este gobierno de consenso conformado por todas las opciones con representación municipal salvo el PSOE». Porque según la oposición, la pérdida de votos socialistas es un «fiel reflejo» de lo que desea la ciudad.