Una vez le dio a su novia una paliza que le rompió el bazo y la mandó 16 días al hospital. Otro, la tiró al suelo, le pateó la cabeza y la tuvo en cama nueve días. Otro más la secuestró en su piso. Ahora es la Audiencia de Sevilla la que lo ha condenado a él a casi 14 años de cárcel y 21 de alejamiento. Es el castigo a cuatro años de martirio.
La Audiencia de Sevilla ha condenado a 13 años y nueve meses de cárcel y a 21 años de alejamiento a un hombre, identificado como E.L.P., por varios delitos de violencia machista, entre ellos una paliza que rompió el bazo a su compañera y la mantuvo 16 días en el hospital. La sentencia de la Sección Cuarta de la Audiencia, difundida ayer por Efe, estima como cierto que el acusado, de nacionalidad portuguesa y 31 años de edad, dio a su compañera numerosas palizas desde que en el año 2003 iniciaron su relación sentimental.
Así, el 18 de diciembre de 2005, en el piso que compartían en la calle Pacheco y Núñez de Prado de Sevilla, le propinó un empujón que la tiró al suelo y comenzó a darle patadas en la cabeza, lesiones que tardaron nueve días en curar. Más tarde, el 6 de enero de 2006, en plena calle, en la Alameda de Hércules, el acusado llamó "perra" a su compañera, le dio una patada en la pierna y le tiró del pelo repetidas veces.
Pese a que un juez dictó entonces una orden de alejamiento sobre la víctima, el 30 de marzo de 2006 la Policía descubrió de nuevo a la pareja discutiendo en la calle Trajano de la capital hispalense. Dos meses después, el 23 de mayo de ese año, el acusado entró en el antiguo domicilio común y se acostó allí, pese a la oposición de su antigua pareja. Por ello, la sentencia incluye dos condenas -de seis meses cada una- por quebrantamiento de medida judicial, es decir, de la orden de alejamiento.
La pena más grave que la Audiencia provincial le impone al acusado es de tres años de cárcel por un secuestro que tuvo lugar el 28 de agosto de 2006, cuando durante diez horas impidió a su compañera salir del piso que habían compartido. Además, el escrito constata que ese mismo día el ahora condenado propinó a la joven patadas por todo el cuerpo que le causaron una lesión grave en el bazo, lo que obligó a los médicos a operarla para poder conservarle el órgano. A consecuencia de estos golpes y sus severas consecuencias, la mujer se mantuvo 16 días hospitalizada en un centro sanitario de Sevilla y 80 de baja para sus ocupaciones habituales.
El 20 de junio de 2006, E.L.P. acudió al piso que habían compartido y dijo a su compañera: "Te tengo que partir la cara"; cuando ella huyó y se refugió en casa de una vecina, el acusado le dio patadas por todo el cuerpo y la arrojó por las escaleras. Todo ello provocó en la víctima un traumatismo craneoencefálico, hematoma en un ojo, traumatismo costal y torácico y lesiones en una muñeca, de las que tardó otros 12 días en curar.
La sentencia se ha producido por conformidad del acusado, que reconoció los hechos, e incluye 21 años en los que tendrá prohibido aproximarse a menos de 300 metros de su ex compañera, P.N.G., o de su domicilio. Además, tendrá que pagarle 11.131 euros por las lesiones y el daño moral causado a su víctima.
