Algo más de 300 profesores de la Universidad de Sevilla llevan desde junio de 2012 sin poder promocionar pese a cumplir con todos los requisitos que exige el Gobierno. La decisión del ministro de Haciencia, Cristóbal Montoro, de congelar sine die la oferta de empleo público derivará en que dentro de unos años, un 25% del profesorado que ahora tiene más de 60 años no tenga repuesto pese a que 321 profesores, por ahora, están acreditados por una agencia estatal para ocupar esos puestos. Estos docentes arrancaron ayer con una protesta a las puertas del Rectorado una campaña para denunciar esta situación. Con esta grave situación, el colectivo denuncia que «se anula el derecho a la promoción» y se cierran al profesorado «muchas vías para avanzar el conocimiento en I+D+i, al no poder progresar competitivamente a categorías universitarias más altas». «Las universidades, y específicamente la de Sevilla se quejaron los afectados en un comunicado de prensa, no están haciendo nada para evitar esta situación de fraude que es discriminatoria respecto a los empleados públicos de las demás Administraciones (que sí tienen derecho de promoción interna, sin sometimiento a la tasa de reposición). La Universidad de Sevilla no hace nada para intentar solucionar este grave problema y ni siquiera acepta la petición del profesorado de fijar criterios objetivos para las convocatorias de plazas, con cargo a esa tasa de reposición del 10%, lo que sí han hecho otras Universidades».
«Instamos remarcaron por último a todas las autoridades implicadas, desde las de la propia Universidad como a la Junta de Andalucía y al Gobierno central para que tome las medidas adecuadas para que el derecho a la promoción interna en la Universidad sea una realidad y no un imposible»
Entre los afectados, María Sepúlveda Gómez razona que la restricción del Gobierno debería aplicarse solo «al personal de nuevo ingreso pero no a quienes ya son personal de las universidades ya que sus casos han de entender no como incorporaciones nuevas sino progresión en la carrera profesional, siguiendo el diseño de la Ley Orgánica de Universidades (LOU)».
El acreditado para catedrático Juan José Murillo Fuentes pone el acento en el esfuerzo y los méritos demostrados para conseguir la acreditación de una agencia externa como es la ANECA. La acreditación no se consigue sin un nivel elevado de méritos y preparación suficientes, lo que en todos los casos requiere años de dedicación y esfuerzo mediante múltiples actividades docentes, investigadoras, de transferencia, gestión y formación. Estas plazas se dotan y convocan por cada Universidad siempre previa comprobación de no afectar a la estabilidad presupuestaria.
El colectivo de profesores afectados por esta situación continuarán con sus movilizaciones en las próximas semanas hasta conseguir una solución.
