Cayetano vive en la calle Cantina. Pero si busca este nombre en el callejero, aparece un hueco en blanco. O lo que es lo mismo: no está rotulada oficialmente. Sí a golpe de brochazos por los vecinos de 549 VPO de San Jerónimo. Este pequeño descuido, que ha dejado en la estafeta las tarjetas censales, también puede hacer perder más de un millar de votos.
Las papeletas que llaman al voto previsiblemente se han quedado en la oficina de correos de la Ronda de Capuchinos, a donde los vecinos de las calles Traviesa, Tren de Changay y Cantina deben correr a recoger la correspondencia urgente, las notificaciones, las facturas de la luz y el agua... "Así que no sabemos ni a qué colegio ni a qué mesa nos debemos dirigir el próximo 9 de marzo", apostilla Lourdes Moreno, presidenta de la asociación de vecinos San Jerónimo-Alamillo.
Ni aún así llegan los azulejos. Al principio, el argumento era que "no había presupuesto. Ya ves, lo que puede costar rotular tres calles". El pasado 12 de febrero ya se creó la partida necesaria "que se tramitaría por vía de urgencia. O eso nos dijeron en una reunión que mantuvimos con el Ayuntamiento.
Yo creo que ya han tenido plazo y tiempo suficiente, ¿no?". El siguiente paso de esta larga gestión administrativa llegó el pasado 20 de febrero, cuando el Pleno del Consistorio aprobó finalmente la colocación de los rótulos. Este paso sí precede a la colocación de los rótulos, que siguen sin llegar.
Así están desde hace ya casi un año. "Y son sólo tres calles", insiste la presidenta de los vecinos. "Somos muchas las familias que ya vivimos aquí porque al tratarse de una VPO, nos obligan a habitarlas en tres meses", apunta Lourdes. De ahí que la asociación haya decidido presentarse el próximo lunes ante la sede el PSOE en San Jerónimo, en la calle Burgos, para recordarle al alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, el trámite pendiente. "Queremos que convierta nuestra zona en un barrio cuanto antes. No nos vale que tengamos suelo dotacional para colegios o centros de salud si no hay ningún proyecto todavía al respecto", continúa.
"Si no funciona, ya hemos acordado un voto protesta para el día de las elecciones: nos vamos a ir al colegio más cercano, el Rector Mota Salado, con carteles y pancartas que denuncien la situación. Después, cada vecino, ejercerá libremente su derecho al voto".
