A las siete de la mañana, los soldados ya ha- bían tomado el Aeropuerto de San Pablo. Los 170 profesionales que ayer partieron a Pristina, capital de Kosovo, para participar en la misión de pacificación de la OTAN no volverán a pisar Sevilla hasta navidades. Antes pasarán cuatro meses largos viviendo en Base España, el cuartel general de las tropas españolas en el país balcánico, en Istok. Por eso ayer, de nuevo, fue mañana de emotivas despedidas de familiares y amigos que encajan como pueden la obligación de los suyos. A ellos envió su apoyo el general de división López Negrette, general adjunto de la Fuerza Terrestre con sede en la Capitanía de la Borbolla, que les acompañó al aeropuerto.
La nueva rotación está compuesta por 30 profesionales de la Agrupación de Apoyo Logístico 21 (Aalog 21), con base en el cuartel de Torreblanca; otros 40 provienen del Mando de Artillería de Costa de Cádiz (Racta 4) y el resto, cien, pertenecen a la Comandancia General de Melilla. Junto a los 165 soldados que partieron el lunes (45 sevillanos), la nueva remesa formará parte del contingente de 577 españoles que se desplegará en suelo kosovar; bajo la denominación de Kspfor XXI, la nueva agrupación nacional Peñón de Vélez, al mando del coronel Fernando Ortiz Díaz-Hellín, asumirá el control de la zona a partir de mañana, relevando a la Baleares II en un acto íntimo de traspaso de poderes, informó Defensa.
Los españoles pasarán a integrarse en la Brigada Multinacional Suroeste de la Alianza Atlántica y, más concretamente, controlarán el oeste del país junto con Italia, que dirige el sector. La fuerza internacional desplegada en Kosovo, denominada KFOR, cuenta con 16.000 efectivos de 24 estados miembros de la OTAN y de otros 11 colaboradores de la Alianza. España ha participado activamente en esta misión desde que en 1999 finalizó la guerra entre kosovares y serbios; sin embargo, aún no ha reconocido la independencia de Kosovo (declarada en febrero de este año), lo que ha causado algunos incidentes a las patrullas españolas. Defensa insiste en que la situación en el nuevo país es "tranquila".
