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A la ruleta rusa lejos de Nervión

La fragilidad como visitante está haciendo daño al Sevilla. Le costó el adiós a la Copa y dejar escapar puntos de oro. Ponerle fin es prioritario

el 09 mar 2015 / 10:29 h.

Kolo, en Anoeta, donde el Sevilla perdió 4-3 (Efe). Kolo, en Anoeta, donde el Sevilla perdió 4-3 (Efe). Hay un Sevilla en el Sánchez-Pizjuán y un Sevilla lejos de él. En casa, el equipo de Emery lleva la friolera de 28 partidos consecutivos sin perder, prácticamente un año invicto. Es el único que no ha caído ante su afición en la presente campaña, algo que sí le ocurrió al Real Madrid, Barcelona, Atlético y Valencia, por ejemplo. Lleva 16 victorias y 4 empates  entre Liga, Europa League y Copa del Rey. En cambio, lejos de Nervión sus números son otros: 9 victorias, 2 empates y 9 derrotas. Ya lo dijo Emery tras el choque de Riazor: “Necesitamos mejorar de cara a la eliminatoria contra el Villarreal, mejorar en defensa. El partido ha sido muy bonito para el espectador, de muchas emociones, pero nadie las quiere cuando son contrarias”. El  técnico se refería al papel de su equipo lejos de casa, donde su fragilidad le ha costado decir adiós a la Copa, donde había depositadas grandes expectativas, y dejar escapar puntos de oro en la lucha por las plazas de Champions. Emery pronunció esas palabras tras enlazar un segundo triunfo consecutivo a domicilio (Borussia Mönchengladbach y Deportivo), serie ésta que ponía fin a una de cinco derrotas consecutivas como visitante (Espanyol, Valencia, Real Madrid, Getafe y Real Sociedad). A nivel ofensivo, el Sevilla presenta registros parecidos en cuanto a número de goles  en casa y fuera. Así, en el Sánchez-Pizjuán ha marcado 42 en 20 partidos contando las tres competiciones, sin incluir la Supercopa, mientras que fuera lleva 35 en ese mismo número de choques. La gran diferencia está en el plano defensivo. En casa el Sevilla sólo ha encajado 9 goles en 20 partidos; lejos de su feudo, nada menos que 38 (casi 2 de media por encuentro). Este gran lastre obliga a hacer un enorme esfuerzo ofensivo. El problema es que  éste no siempre da frutos. num1El análisis de este abismo que existe entre el nivel defensivo como local y el nivel defensivo como visitante  pone sobre la mesa datos que hablan por sí solos. En casa, el Sevilla sólo ha encajado 2 goles en sus 10 últimos partidos, logrando, pues, mantener su portería a cero en los  ocho restantes. Lejos de Nervión, por el contrario, ha recibido 19 en sus 7 últimas citas, donde marcó 14. O lo que es lo mismo: presentar una media de 2 goles en sus 7 últimas salidas tan sólo le ha servido para ganar al Gladbach y al Dépor. UN CARO PEAJE. Entre esos partidos como visitante se encuentran: la ida de Copa contra el Espanyol, donde el Sevilla perdió 3-1 y quedó con pie y medio fuera del torneo, lo que supuso un duro golpe para club y afición; la visita a Mestalla, donde la derrota costó tres puntos de gran valor y ceder el goal average particular a su  gran rival en la lucha por el cuarto puesto. Todo ello sin olvidar que el Sevilla pudo sacar tajada frente al Real Madrid en el Bernabéu; que ni siquiera sumó un punto en Getafe; y que cayó en Anoeta (3-4) tras ver cómo la Real, un equipo que lucha por no ahogarse, le remontaba en los últimos minutos. Emery sabe que el jueves, en El Madrigal, su equipo no puede volver a jugar a la ruleta rusa. El riesgo es altísimo. El Villarreal está haciendo una gran campaña y también quiere llegar lejos en la Europa League. Es el momento de cambiar para bien, y no sólo en el torneo continental.

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