I. C.
Una mujer ha entrado en prisión tras rajarle a su pareja sentimental el abdomen porque se había "cagado en sus muertos", según el testimonio de la agresora. El tajo fue tal, que al hombre se le salieron del cuerpo las vísceras, que un policía nacional volvió a introducirle. Según el médico que lo atendió más tarde, eso le salvó la vida.
La Policía acudió al recibir la llamada de varios testigos, alarmados porque habían visto a la mujer blandiendo un cuchillo en la calle Lumbreras, situada en un lateral de la comisaría de la Alameda en torno a las dos de la madrugada del sábado pasado. Los agentes se encontraron a la mujer gritando frases como "no te mueras" y "no me dejes" y dando grandes alaridos de consternación, mientras sostenía por un brazo al hombre para ayudarlo a andar ya que la víctima iba tambaleándose a consecuencia de la herida.
Los policías comprobaron que el hombre tenía una raja abierta a la altura del abdomen, de tal magnitud que dejaba a la vista los órganos del sistema digestivo. Por ello, uno de los agentes decidió, tras ponerse un guante de látex por motivos de higiene, tumbarlo en el suelo e introducirle de nuevo las vísceras en el estómago mientras llegaban los servicios médicos a los que ya habían avisado.
El policía se mantuvo apretando el abdomen a la víctima hasta que llegó una ambulancia y el herido pudo ser atendido por un médico, que aseguró que esa actuación le había salvado la vida al hombre, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía a través de un comunicado. El agredido fue trasladado a un centro hospitalario, donde tuvo que ser intervenido quirúrgicamente de sus heridas.
Entretanto, los demás agentes preguntaron a la mujer, que no dejaba de lamentarse, y ésta les dijo que los autores de la agresión habían sido dos rumanos, contradiciéndose de inmediato en el número de agresores. Los policías hablaron con otros testigos, que aseguraron haberla visto acuchillar al hombre, que es vecino de la calle Lumbreras. La mujer admitió entonces que había herido a su compañero sentimental porque se había "cagado en sus muertos y eso no se lo permite a nadie".
La mujer, Antonia U.U., de 39 años, fue detenida y trasladada a dependencias policiales donde, después de elaborar el correspondiente atestado, los policías la llevaron ante el juez, que decretó su ingreso en prisión por intento de homicidio.
