Economía

«Ahora que ya está consolidada la marca, queremos franquiciar»

Es gerente de Cubas Llopis, empresa familiar especializada en el transporte y recogida de residuos, alquiler de cubas y maquinaria. Muy joven tomó las riendas de una firma que ve crecer con pequeños pasos pero firmes y donde la innovación es protagonista. Foto: José Manuel Cabello.

el 15 sep 2009 / 04:12 h.

Es gerente de Cubas Llopis, empresa familiar especializada en el transporte y recogida de residuos, alquiler de cubas y maquinaria. Muy joven tomó las riendas de una firma que ve crecer con pequeños pasos pero firmes y donde la innovación es protagonista.

-Supongo que es consciente de la mala prensa que tienen las cubas.

-Sí, pero todos los que queremos trabajar por mantener la política de calidad y medioambiental las tenemos señalizadas, bien rotuladas? Siempre he dicho que aunque se coloquen mal y sea el conductor el responsable, se llame a retirada de cubas.

-Lo decía en tono de broma.

-Hoy tenemos muchos más problemas que antes porque hay unas ordenanzas municipales que se han adaptado en función de estas necesidades públicas. Ya las cubas no pueden permanecer en el casco histórico desbordadas, afortunadamente hemos ganado que no se repercuta esa negligencia contra el propietario, sino contra el que la utiliza porque es una maquinaria en alquiler. La mala fama y las quejas han venido siempre porque es un cajón de depósito de residuos y cuando se pone la cuba para escombros, todos los vecinos para no ir al contenedor de Lipasam aprovechan la cuba por comodidad. Y si es fin de semana, se tira hasta el mueble.

-¿Detrás de Llopis hay otra actividad además de las cubas?

-Cubas Llopis da el servicio de alquiler del contenedor con la llevada, estancia, recogida y la gestión de los residuos tanto derivados de la construcción y demolición como los sólidos urbanos. No tratamos con tóxicos ni peligrosos, aunque estamos en ello. Estamos homologando los vehículos para poder transportarlos.

-¿Y además de ese negocio?

-Hemos diversificado con la fabricación de nuestros contenedores. Llevamos siete años con la empresa Tecnología en Contenedores (Tecnocon) dedicada al reciclaje, transporte y fabricación de contenedores. No tenemos sólo la cuba pequeña habitual, sino que las hay con laterales altos, cerradas para que no se pueda acceder al material que se vierte, con un orificio si es para vidrio... Tecnocon tiene la patente de un sistema de recogida de escombros para optimizar nuestros servicios. Como los vertederos están a las afueras de Sevilla, hemos fabricado un contenedor del que hay más de 50 repartidos en la periferia en los que vierten los camiones pequeños, y luego un trailer recoge esos residuos para llevarlos al vertedero. También tenemos la sociedad Quinta Paloma, que se creó paralela a Cubas Llopis, y que se dedica al comercio de materiales de construcción. Tecnocon se encarga también de la innovación y las patentes de los servicios.

-Entonces es posible aplicar la innovación a un negocio como el de las cubas...

-Hoy por hoy el proyecto más reciente es implantar un sistema de software y hardware en los vehículos para optimizar la parte organizativa, administrativa y de gestión. Es un sistema tecnológico donde con PDA, impresoras, etc., tengamos un control exhaustivo de dónde está cada contenedor y la gestión automática de los pedidos. MP nos está haciendo este estudio. Seremos pioneros en Sevilla.

-¿Qué historia tiene detrás Cubas Llopis?

-La historia de la empresa parte del patriarca de la familia, Antonio Llopis, que hoy tiene 63 años y está retirado. Él venía de la construcción como autónomo y, al emigrar a Alemania, vio que allí la recogida de escombros se hacía mediante un sistema multi-basculante. Fue pionero en introducirlo en Sevilla. La ciudad tiene un casco histórico con calles de difícil acceso, pero camiones pequeños con ese sistema facilitaban la labor del desescombro que antiguamente se hacía con carros y mulas. Con los años se asoció con varias personas del gremio y crearon la Asociación de Transportistas de Cubas de Sevilla, a cuya junta directiva pertenezco.

-¿Cuáles son las cifras de la empresa?

-El volumen de negocio fue en 2007 de casi tres millones de euros, el año anterior logramos 2,5 millones. El año pasado fue próspero, aunque no tan boyante como 2006. Los beneficios que genera la empresa los reinvertimos. Tenemos más de 3.500 contenedores y una flota de 45 vehículos.

-¿El parón del ladrillo os coge de lleno, no?

-Sí, aunque estamos presentes en obras muy importantes donde hemos continuado con los servicios de mantenimiento y limpieza a pesar del bajón de la construcción. No ha bajado el volumen de ventas, pero no va creciendo en la medida que otros años. Este año con el temor de crisis, no despilfarrar, no invertir más de lo que debes y ajustarse a las necesidades de la empresa y la demanda. Hay obras que atender, reciclajes, servicios a industria y también naves para alquilar. Este año hemos ofrecido recogida, transporte y almacenamiento de casetas de feria, que ha funcionado muy bien.

-¿Proyectos de futuro?

-Está el crecimiento en Andalucía y la expansión en otras capitales. Ahora estamos sólo en Sevilla y provincia, pero la intención es franquiciar la marca y estar en las provincias andaluzas, en un principio. De momento es un proyecto a largo plazo, que quiero que sea una realidad en no más de diez años. Doy pasos firmes para no equivocarme. Una empresa consolidada en Sevilla con un nombre que nos hemos ganado a pulso, tiene que tener una gestión exhaustiva que, implantada en otras provincias, sea una copia exacta a su actividad.

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