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Alaya señala a Monteseirín en la venta irregular del solar de Merca

La jueza cree que el exgerente de Urbanismo colaboró para favorecer a Sando en la venta de los suelos de Mercasevilla.

el 30 jun 2011 / 10:28 h.

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Manuel Marchena
Marchena, esta mañana llegando a los juzgados.

Si primero apuntó al exprimer teniente de alcalde y exvicepresidente de Mercasevilla Antonio Rodrigo Torrijos , ahora la jueza Mercedes Alaya centra su atención en el exalcalde y expresidente Alfredo Sánchez Monteseirín. En su extenso interrogatorio al exgerente de Urbanismo Manuel Marchena, la instructora del caso Mercasevilla apuntó a Monteseirín como el hombre que instó a realizar ofrecimientos a un empresario para que subrogara los suelos que tenía en la lonja a una filial de Sando y así facilitar que esta constructora acabara adquiriendo la totalidad de los suelos de Mercasevilla en un concurso público "amañado".

Una complicada operación en la que la titular del Juzgado de Instrucción número 6 considera clave la participación de Marchena, aunque éste se encerró en que desconocía los pormenores de la operación en Mercasevilla. En su extenso relato de hechos, previo a la declaración, la jueza recuerda que en 2004 Mercasevilla "atravesaba una situación de crisis" al perder, por un lado, los ingresos económicos mensuales que percibía de la empresa Larena al no poder afrontar los gastos de la urbanización de los suelos que ésta ocupaba y donde iba a levantar unas naves. De otro lado, por la demanda de más de 16 millones de euros que esta constructora la interpuso al no poder construir.

Fue esto lo que, según la magistrada, hizo que Marchena "participara", junto con el resto de imputados, "en buscar una salida a esta situación de crisis, a través de otra sociedad de mayor potencial económico", como fue Sanma, la filial de Sando. Así, "le ofrecieron planes más ambiciosos" a esta constructora para que accediera a la subrogación del derecho de superficie de Larena, como era "la construcción de la nueva sede de Mercasevilla" en los terrenos de Marajavique, tras la venta del suelo actual.

Marchena "se ofreció a convencer a Larena para que aceptara la subrogación y se desistiera del pleito, dándole a entender, que podían serle adjudicados concursos sobre viviendas de VPO". Además, siempre según la jueza, "se encargó de procurar a Sanma el cumplimiento de sus objetivos", para lo que "facilitó" la licencia de obra en los terrenos de Mercasevilla e "impulsó el traslado y la construcción de la nueva sede". Unos hechos que para Mercedes Alaya pueden ser constitutivos de los delitos de maquinación para alterar el precio de las cosas, prevaricación, fraude y exacciones ilegales de funcionarios públicos y otro contra la ordenación del territorio".

Una teoría que Marchena negó una y otra vez durante las casi ocho horas que estuvo declarando en un despacho en el que había más de 20 personas, mostrando su "total disconformidad". A continuación, Alaya comenzó a disparar una batería de 51 preguntas, que desde el principio fueron encaminadas a conocer el papel del exalcalde en el caso. Comenzó por la relación de amistad que une a ambos, luego al papel de Monteseirín, empezando por "su interés" en el estado que se encuentra la licencia de Larena 98. Marchena negó que el exalcalde preguntara y que a raíz de ahí en Urbanismo se obstaculizara la misma.

Pero la jueza cree que fue el exalcalde, quien promovió una reunión con el propietario de Larena 98 con el fin de "transmitirle que los concursos de VPO podían serle adjudicados" y que el posterior ofrecimiento de una ITV en Mercasevilla Pardal fue "por indicación" de Monteseirín". Marchena dijo que estas afirmaciones eran "absolutamente falso de falsedad", explicando que la reunión que mantuvo con Larena 98 se produjo tras la firma de un convenio de esta empresa con Mercasevilla y que él sólo le mostró los pliegos de varios concursos públicos para construir VPO porque Pardal "tenía enormes deseos de trabajar y colaborar con la ciudad y que para eso necesitaba suelo".

Sobre los problemas que tuvo Larena 98 para obtener la licencia para construir en Mercasevilla, Marchena dijo "desconocer" lo ocurrido, remitiéndose en todo momento a las decisiones que tomaron los técnicos del Servicio de Licencias. También aseguró desconocer el pliego del concurso de Mercasevilla y que en el mismo participaran funcionarios de Urbanismo.

Un largo interrogatorio de casi ocho horas y lleno de tensión

Marchena estaba citado a las 10.30 horas y no abandonó los juzgados hasta casi las 21.00 horas. Sólo una hora y media para comer de descanso y algún pequeño receso. En total, casi ocho horas de declaración durante las que se vivió más de un momento tenso entre él y la jueza Alaya, conocida ya por sus intensos interrogatorios.

La magistrada se había preparado concienzudamente 51 preguntas, teniendo que repetir la mayoría de ellas varias veces ante las respuestas que, ella misma, calificó de "evasivas".

La primera nada más empezar: la amistad con Alfredo Sánchez Monteseirín. Marchena vinculó su nombramiento como gerente de Urbanismo a su "experiencia" y "lealtad a un proyecto político", pero a la magistrada no le convencía y le insistía en que aclarara si era "persona de confianza y amigo personal" del exalcalde. Finalmente, lo logró: "efectivamente, me une con él una relación de amistad".

Pero no siempre lo consiguió. Alaya le mostró una y otra vez los cientos de folio que componen el expediente de la licencia de Larena 98, mientras Marchena se mostraba reacio a leerlos. "El folio 58 dice que lo que dice el folio 58", reiteró Marchena en su respuesta a una de las preguntas. "Conteste", le reiteró varias veces la magistrada, recordándole que si no se acoge a su derecho a no declarar tiene que responder.

Fue la tónica de la declaración, lo que hizo que ésta se demorase más de lo normal. Al final, Marchena optó por contestar sólo a la juez y al fiscal, negándose a contestar a las preguntas de los otros abogados.

 


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